La elaboración de una obra original de ficción, poesía o no ficción creativa requiere tiempo, práctica y persistencia. Aunque no hay una ciencia exacta para la escritura creativa, los siguientes consejos te ayudarán a empezar:
1 Escribe sobre lo que sabes
A los escritores principiantes siempre les dicen «escribe sobre lo que sabes», pero es un buen consejo. Utiliza los escenarios, los personajes, el trasfondo y el lenguaje con los que ya estás familiarizado y crea nuevas historias a partir del mundo que ya conoces. Esto es como utilizar la investigación que ya has hecho. Y recuerda que tu bagaje, lo que aportas al acto de escribir, es tan válido como lo que pueda aportar cualquier otra persona.
2 Escribe sobre lo que no conoces
Usa tu imaginación para crear nuevas situaciones, nuevos personajes, nuevas relaciones, incluso nuevos mundos. Elige escribir sobre un periodo diferente de la historia, o un lugar que no conozcas. Cuando tu imaginación necesite ayuda, rellena los huecos con investigación. Lo mejor de ser un escritor creativo es crear.
3 Lee mucho y bien
A los escritores les encanta leer. Familiarízate con el panorama publicado de la escritura en el campo que hayas elegido, ya sea poesía moderna, ficción literaria, thrillers, cuentos o fantasía. Nada fomenta más la buena escritura que leer buena escritura.
4 Engancha a tus lectores
Nadie está obligado a leer tu novela o relato corto, por lo que es importante enganchar a los lectores desde el principio. Tu frase o párrafo inicial debe animarles a continuar, tal vez haciéndoles reír, o excitando su curiosidad, o simplemente haciendo que quieran averiguar lo que ocurre a continuación.
Considera el intrigante aguijón del cuento de la frase inicial de George Orwell1984:
Era un brillante y frío día de abril, y los relojes marcaban las trece horas.
Parece una apertura muy tradicional y luego -¿trece? Quieres saber más y por eso sigues leyendo.
Ahora mira la primera frase del relato corto Visor de Raymond Carver:
Un hombre sin manos se acercó a la puerta para venderme una fotografía de mi casa.
Sólo una frase corta pero con tantas cosas que necesitamos que nos expliquen. Estamos enganchados.
5 Haz que tus personajes hablen
Nos enteramos de las personas que conocemos a través de lo que nos dicen, de cómo lo dicen, de su elección de palabras, de sus acentos, de sus hábitos verbales. Los lectores deberían poder hacer lo mismo con los personajes de ficción. Las personas que aparecen en la página empiezan a vivir de verdad cuando comienzan a intercambiar diálogos.
Escribir diálogos requiere mucho trabajo -hacerlos frescos y auténticos, editarlos repetidamente para que salgan bien-, pero el esfuerzo merece la pena.
6 Mostrar en lugar de contar
Demasiada descripción, demasiados adjetivos y adverbios, puede ralentizar la narración y hacer que los lectores pierdan el interés. En la medida de lo posible, es mejor mostrar a los lectores cómo es una persona, el ambiente de la habitación, la relación entre tus personajes, es decir, mostrar lo que dicen, cómo interactúan, lo que hacen. Es más eficaz que decírselo al lector a través de un montón de información.
Esto es complicado. Hay que contar algo, así que es importante no obsesionarse con evitarlo.
7 Hazlo bien a la primera
Intenta que tu primer borrador sea lo más perfecto posible. Pocos escritores consiguen este tipo de calidad la primera vez, pero nadie ha escrito nunca una gran literatura apuntando bajo. Al contrario, apunta a lo mejor y hazlo lo mejor posible desde el principio.
8 Sigue puliendo
Si no lo consigues a la primera, puedes hacer lo que hacen la mayoría de los escritores: pulir y perfeccionar a través del proceso de edición. No cometas el error de pensar que editar es lo mismo que corregir; se trata de mucho más que de corregir errores. Más bien, la edición consiste en revisar cuidadosamente el trabajo para ver qué hay que omitir, qué hay que cambiar, averiguar qué hay que hacer para mejorar la escritura, hacerla más nítida, más ordenada, mejor.
La edición puede ser un trabajo duro. Se dice que Ernest Hemingway se tomó la última página de Adiós a las armas a través de casi 40 borradores, así que no te rindas si sientes que no estás llegando a ninguna parte.
9 Aprovecha al máximo tus oportunidades
Muchos aspirantes a escritores afirman que simplemente no tienen tiempo para aprovechar sus ideas. Sin embargo, si analizas un día normal, siempre hay esos intervalos -en el transporte público, esperando a un amigo, en la sala de espera del médico o del dentista- en los que es posible sacar un bloc de notas, un portátil, una tableta y simplemente escribir. Identifica tus oportunidades -cinco minutos son suficientes para escribir unas cuantas frases- y aprovéchalas.
Pero sobre todo, ¡disfruta de tu escritura!