¿Qué es el dolor lateral crónico de tobillo?
El dolor crónico lateral del tobillo es un dolor recurrente en la parte exterior del tobillo que suele aparecer después de una lesión, como un esguince de tobillo. Sin embargo, hay otras afecciones que también pueden causar dolor crónico en el tobillo.
Síntomas
El dolor, generalmente en la parte externa del tobillo, puede ser tan intenso que se tiene dificultad para caminar o para hacer deporte. En algunos casos, el dolor es un dolor sordo y constante. Los pacientes también pueden experimentar dificultad para caminar por terrenos irregulares o con tacones altos, una sensación de ceder (inestabilidad), hinchazón, rigidez, sensibilidad o esguinces de tobillo repetidos.
Causas
La causa más común de un tobillo persistentemente doloroso es la curación incompleta después de un esguince de tobillo. Cuando se produce un esguince de tobillo, el tejido de unión entre los huesos se estira o se desgarra. Sin una rehabilitación exhaustiva y completa, el ligamento o los músculos circundantes pueden seguir siendo débiles, lo que provoca una inestabilidad recurrente. Como resultado, puede sufrir otras lesiones de tobillo. Otras causas de dolor crónico de tobillo son:
- Una lesión en los nervios que pasan por el tobillo. Los nervios pueden estar estirados, desgarrados, lesionados por un golpe directo o pinzados bajo presión (atrapamiento).
- Un tendón desgarrado o inflamado
- Artritis de la articulación del tobillo
- Una fractura en uno de los huesos que componen la articulación del tobillo
- Una inflamación del revestimiento de la articulación (sinovia)
- El desarrollo de tejido cicatricial en el tobillo después de un esguince. El tejido cicatricial ocupa espacio en la articulación, ejerciendo presión sobre los ligamentos.
Prevención
Casi la mitad de las personas que se esguinzan el tobillo una vez experimentarán otros esguinces de tobillo y dolor crónico. Puede ayudar a prevenir el desarrollo de dolor crónico siguiendo estos sencillos pasos:
- Siga cuidadosamente las instrucciones de su médico y complete el programa de rehabilitación física prescrito.
- No vuelva a la actividad hasta que su médico le dé el visto bueno.
- Cuando vuelva a hacer deporte, utilice una tobillera en lugar de vendar el tobillo. La férula es más eficaz que el vendaje para prevenir los esguinces de tobillo.
- Si lleva zapatos de caña alta, asegúrese de atarlos correcta y completamente.
Diagnóstico
El primer paso para identificar la causa del dolor crónico de tobillo es hacer un historial de la afección. Su cirujano ortopédico de pie y tobillo puede hacerle varias preguntas, entre ellas:
- ¿Se ha lesionado anteriormente el tobillo? Si es así, ¿cuándo?
- ¿Qué tipo de tratamiento recibió por la lesión?
- ¿Cuánto tiempo ha tenido el dolor?
- ¿Hay momentos en los que el dolor empeora o desaparece?
Debido a que hay tantas causas potenciales para el dolor crónico de tobillo, su médico puede hacer una serie de pruebas para precisar el diagnóstico, empezando por una exploración física. Su cirujano palpará las zonas sensibles y buscará signos de inflamación. Le pedirá que mueva el pie y el tobillo para evaluar la amplitud de movimiento y la flexibilidad. El cirujano también puede comprobar la sensibilidad de los nervios y administrar un anestésico local para ayudar a localizar el origen de los síntomas.
El cirujano puede solicitar varias radiografías de la articulación del tobillo. También es posible que tenga que hacerse radiografías del otro tobillo para que el médico pueda comparar los tobillos lesionados y no lesionados. En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales como una gammagrafía ósea, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Tratamientos
El tratamiento dependerá del diagnóstico final y debe ser personalizado según sus necesidades individuales. Se pueden utilizar tanto tratamientos no quirúrgicos como quirúrgicos. Los tratamientos no quirúrgicos incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios como la aspirina o el ibuprofeno para reducir la hinchazón
- Terapia física, incluyendo ejercicios de tabla de inclinación, dirigidos a fortalecer los músculos, restaurar la amplitud de movimiento y aumentar su percepción de la posición de la articulación
- Una tobillera u otro soporte
- Una inyección de un medicamento esteroide
- En el caso de una fractura, inmovilización para permitir que el hueso sane
Si su condición lo requiere, o si el tratamiento conservador no trae alivio, su médico puede recomendar la cirugía. Muchos procedimientos quirúrgicos pueden realizarse de forma ambulatoria. Algunos procedimientos utilizan técnicas artroscópicas; otros requieren cirugía abierta. La rehabilitación puede durar entre 6 y 10 semanas para garantizar una curación adecuada.
Las opciones de tratamiento quirúrgico incluyen:
- Extraer (extirpar) los fragmentos sueltos
- Limpiar (desbridar) la articulación o la superficie articular
- Reparar o reconstruir los ligamentos o transferir los tendones