Enfermedad pulmonar crónica en bebés

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Resumen del tema

¿Qué es la enfermedad pulmonar crónica en bebés?

La enfermedad pulmonar crónica en un bebé significa que el tejido dañado en los pulmones del recién nacido está causando problemas respiratorios y de salud. Los pulmones atrapan el aire o se colapsan, se llenan de líquido y producen más mucosidad.

La mayoría de los bebés que tienen una enfermedad pulmonar crónica sobreviven. Pero los síntomas pueden reaparecer y necesitar tratamiento en la primera infancia. Con el tiempo, muchos niños superan la mayoría de sus problemas pulmonares.

La enfermedad pulmonar crónica también se conoce como displasia broncopulmonar o DBP.

¿Qué causa la enfermedad pulmonar crónica?

La enfermedad pulmonar crónica está causada por problemas en los pulmones de un bebé. Es más común en los bebés prematuros que nacen antes de las 26 semanas de edad gestacional y pesan menos de 1 kg (2,2 lb).nota 1 Los pulmones de un bebé prematuro pueden no estar completamente desarrollados. Esto hace que el bebé sea propenso a tener problemas que pueden conducir a una enfermedad pulmonar crónica como:

  • Lesión de los pulmones por el uso de un ventilador. Muchos bebés prematuros necesitan este tratamiento, especialmente si tienen el síndrome de dificultad respiratoria. Pero la respiración forzada de un ventilador y los altos niveles de oxígeno pueden dañar los pulmones del bebé.
  • Infecciones. Los bebés prematuros son más propensos a contraer infecciones pulmonares, a menudo por el virus respiratorio sincitial (VRS).

Otros problemas que pueden provocar una enfermedad pulmonar crónica son:

  • Problemas hereditarios que afectan al desarrollo de los pulmones.
  • Una afección cardíaca denominada conducto arterioso persistente que afecta al flujo sanguíneo hacia los pulmones.
  • Introducir meconio en los pulmones durante el parto. Esto provoca una irritación e inflamación pulmonar que daña el tejido pulmonar.
  • Falta de alimentación. Los recién nacidos que no pueden obtener los nutrientes adecuados, especialmente la vitamina A, son más propensos a padecer una enfermedad pulmonar crónica.

¿Cuáles son los síntomas?

Un bebé con una enfermedad pulmonar crónica puede presentar síntomas tan pronto como 3 días después del nacimiento. El primer síntoma más común es la dificultad para respirar. Su recién nacido puede:

  • Gritar o respirar rápidamente.
  • Alargar las fosas nasales.
  • Utilizar los músculos del cuello, el pecho y el vientre para respirar. Puede parecer que el bebé está «aspirando» aire entre o debajo de las costillas.
  • Sorber, o hacer un sonido agudo al respirar.
  • Cansarse fácilmente durante y después de la alimentación.
  • Tener la piel pálida, gris o con manchas, especialmente en la lengua, los labios, los lóbulos de las orejas y el lecho de las uñas.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad pulmonar crónica?

No existe una prueba única para diagnosticar la enfermedad pulmonar crónica. Un médico puede sospechar primero si su bebé tiene problemas para respirar. El diagnóstico se confirma si su bebé necesita oxígeno adicional durante al menos 28 días después del nacimiento. En función de la edad gestacional del bebé y del tiempo que necesite oxígeno adicional, el médico sabrá la gravedad de la enfermedad. La edad gestacional es el número de semanas transcurridas desde el inicio del embarazo.

El médico puede solicitar pruebas para descartar otras causas de problemas respiratorios o para comprobar si existen otros problemas causados por la enfermedad pulmonar crónica. Por ejemplo, a su bebé se le pueden hacer:

  • Pruebas de sangre, incluida una prueba de gases en sangre, para ver el funcionamiento de los pulmones.
  • Pruebas de función pulmonar para ver cuánto daño se ha producido en los pulmones.
  • Pruebas cardíacas, como un ecocardiograma, para ver el funcionamiento del corazón.

¿Cómo se trata?

El tratamiento ayudará a su bebé a respirar más fácilmente. Esto reduce el estrés en el cuerpo del bebé mientras los pulmones maduran y se curan por sí mismos.

Los bebés con enfermedad pulmonar crónica suelen ser tratados en una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), que está orientada a las necesidades de los recién nacidos prematuros o enfermos. Su bebé puede necesitar uno o más de los siguientes tratamientos, dependiendo de la gravedad de la enfermedad:

  • Oxigenoterapia para ayudar a su bebé a respirar. El oxígeno puede administrarse a través de un tubo en la nariz o la boca del bebé o a través de una capucha sobre la cabeza del bebé. Una máquina llamada ventilador puede administrar oxígeno a los bebés que no pueden respirar bien por sí mismos.
  • Medicamentos. Por ejemplo, su bebé puede recibir un diurético para evitar que se acumule líquido en los pulmones o un broncodilatador para detener los espasmos de las vías respiratorias. Su bebé también puede recibir medicamentos para prevenir la infección por VRS.
  • Una incubadora para ayudar a controlar la temperatura corporal y proteger al bebé de los gérmenes.
  • Un monitor de apnea para detectar cualquier problema con los patrones de respiración de su bebé.
  • Apoyo nutricional. Los bebés con enfermedades pulmonares crónicas queman muchas calorías al respirar y luchar contra las infecciones, por lo que necesitan calorías y proteínas adicionales para crecer a un ritmo normal. Es posible que no puedan comer del biberón o del pecho. En su lugar, puede introducirse una mezcla rica en calorías directamente en el estómago a través de una sonda en la nariz. O la mezcla puede administrarse a través de una sonda en una vena (IV).

Los bebés que tienen una enfermedad pulmonar crónica también pueden tener otros problemas que necesitan tratamiento, como:

  • Neumonía u otras infecciones pulmonares.
  • Vías respiratorias estrechas o colapsadas.
  • Infección del torrente sanguíneo (sepsis).

Los bebés que padecen una enfermedad pulmonar crónica pueden necesitar permanecer en el hospital desde varias semanas hasta varios meses.

¿Qué puede esperar cuando su bebé vuelva a casa?

Algunos bebés siguen necesitando tratamiento después de volver a casa. Antes de que su bebé abandone el hospital, recibirá formación para continuar con los cuidados de su bebé en casa. Por ejemplo, puede aprender a:

  • Dar oxígeno a su bebé en casa.
  • Asegurarse de que su bebé reciba suficientes calorías y proteínas.
  • Detectar los signos de problemas respiratorios y qué hacer si su bebé los tiene.

Antes de llevar a su bebé a casa, es posible que quiera planificar con antelación una ayuda adicional. Pida al hospital que le recomiende una agencia de atención médica a domicilio. Estos grupos ofrecen visitas a domicilio de enfermeras y otros servicios.

Será importante proteger los pulmones de su bebé y prevenir infecciones:

  • Tenga más cuidado para evitar la propagación de infecciones. Lávese las manos con frecuencia. Y si su hijo necesita una guardería, elija un grupo pequeño (con no más de tres niños) si puede.
  • Programe visitas regulares al médico. Su hijo deberá ser revisado para detectar problemas de enfermedades pulmonares crónicas y problemas de crecimiento y desarrollo.
  • Haga que su hijo sea vacunado según las recomendaciones.
  • No deje que la gente fume cerca de su hijo.

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