«Me encanta el trampolín porque es de muy bajo impacto, pero no carece de intensidad. Así que tiene mucha adrenalina, sigue siendo cardio y hace que todo tu sistema linfático se drene y se mueva», dice. «Cuando subes, tu peso se eleva, y cuando bajas, triplicas tu peso, así que con cada rebote estás bombeando el sistema linfático».
En el último episodio de Good Moves, Ness demostró lo fácil que es hacer un entrenamiento de cardio en casa. Todo lo que necesitas es tu propio mini trampolín y algunas combinaciones de ejercicios de alta energía. Aunque a Dong le encanta la marca JumpSport (250 dólares), puedes conseguir una opción de alta calidad por tan sólo 160 dólares. (Ventaja extra: se pliega, por lo que puedes meterla fácilmente en un armario o deslizarla bajo tu sofá cuando hayas terminado con ella). Luego, una vez que llega, está listo para empezar a sudar.
Durante el entrenamiento cardiovascular de 20 minutos en el rebounder, rápidamente descubrirá que hacer trampolín como adulto es un poco (bueno, mucho) más desafiante que como niño, especialmente cuando está en un equipo más pequeño. «Como puedes sentir, el trampolín es un poco inestable. Eso es bueno, es lo que queremos», dice Dong. «Eso es lo que va a trabajar nuestro núcleo y la estabilidad». Pero a diferencia de otros entrenamientos exigentes para todo el cuerpo, éste es mucho más fácil para el cuerpo, ya que incluso los ejercicios más duros que se hacen en él son de bajo impacto. «Absorbe todo el impacto de tus movimientos cada vez que bajas, que es otra razón por la que me encanta», dice. «Puedes hacerlo a todas las edades, es genial para las lesiones y, por no mencionar, es muy divertido».
Durante el entrenamiento, calientas con algunos giros en cuclillas, poniendo a prueba tu equilibrio mientras transfieres tu peso en el trampolín. A continuación, al entrar en la parte más cardio-pesada, dominarás tu «rebote hacia abajo», tu base en la que estás «conduciendo a través de los talones y usando tus abdominales bajos para tirar de tus rodillas hacia el pecho», dice Dong. Puedes aumentar la intensidad con algunos balanceos de brazos. A partir de ahí, el entrenamiento sólo se pone más sudoroso con saltos de tijera, saltos de tijera, rodillas altas y otros ejercicios que te dejarán sin aliento. Por suerte, te lo pasarás tan bien que te olvidarás de que estás haciendo ejercicio en primer lugar.
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