Es innegable que una dieta bien equilibrada va de la mano de un estilo de vida saludable. Lo que se elige para comer, y lo que se elige para no comer, son factores para evitar muchas de las principales enfermedades crónicas. La elección de los alimentos influye enormemente en cómo nos sentimos hoy, mañana y en lo que nos depara el futuro en términos de promoción y mantenimiento de la salud. Una dieta adecuada puede ayudar a combatir afecciones y enfermedades como las cardiopatías, la diabetes, la osteoporosis, el cáncer y la obesidad, entre otras muchas.
Obesidad: La verdad que asusta es que la obesidad se está volviendo muy prevalente en los adolescentes. Los hábitos alimentarios que se establecen en la infancia suelen trasladarse a la edad adulta. Por eso es fundamental inculcar buenas prácticas de alimentación y nutrición a los jóvenes de hoy en día. Asegurarse de que los niños tienen la cantidad correcta de nutrientes y alimentos de los principales grupos alimenticios es clave para prevenir la obesidad.
Enfermedades del corazón: Mantener la presión arterial, el colesterol y el peso bajo control son componentes principales para prevenir las enfermedades del corazón. Los hábitos alimentarios saludables son una forma de mantener estas cifras equilibradas. Centrar la dieta en los cereales integrales, las frutas, las verduras y las proteínas, así como limitar el sodio y los alimentos ricos en calorías son buenas reglas generales.
Diabetes: La mejor manera de prevenir la diabetes de tipo 2 es seguir una dieta baja en grasas y bien equilibrada. Otros consejos sobre la dieta incluyen la disminución del consumo de grasas a menos del 30 por ciento de las calorías y del consumo de grasas saturadas a menos del 10 por ciento de las calorías. Añadir alimentos ricos en fibra a la dieta también es importante para prevenir esta enfermedad que dura toda la vida.
Cáncer: La obesidad aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer y, por suerte, hay muchos alimentos que pueden ayudar a prevenirlo. Las verduras de hoja verde, las crucíferas, las bayas, los cereales integrales e incluso el té verde y negro ayudan a proteger contra varios tipos de cáncer. Aunque ningún alimento por sí solo es una forma segura de prevenir el cáncer, la combinación adecuada de vitaminas y minerales junto con una dieta bien equilibrada puede proporcionar una sólida protección.
Osteoporosis: Una dieta carente de vitamina D y calcio puede contribuir a la osteoporosis. Para mantener los huesos sanos y fuertes, se recomienda una dieta que contenga tipos específicos de alimentos. Esto incluye las versiones bajas en grasa de los alimentos con alto contenido en calcio y los enriquecidos con vitamina D. Los productos enriquecidos con calcio, como el zumo de naranja, los cereales y los alimentos a base de soja, son una buena forma de aumentar el calcio en la dieta.