¿Los presidentes cobran de por vida?

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Actuar como presidente de los Estados Unidos es un viaje salvaje y loco que podría dejar a cualquiera tambaleándose al terminar su mandato. Así que es bueno que, por muy pesada que sea la carga de la toma de decisiones a vida o muerte, todos los presidentes tengan un ingreso de seis cifras de por vida.

No siempre fue así. Según el New York Times, al final de la presidencia de Harry Truman, en 1953, éste regresó a su casa de Missouri con sólo 112,56 dólares de pensión militar. Bastante poco para alguien que acababa de desempeñar una de las funciones más prestigiosas y poderosas del planeta. Cinco años más tarde, la Ley de Antiguos Presidentes se convertiría en ley, permitiendo una pensión vitalicia, atención médica, personal y muchas otras prebendas y asignaciones presupuestarias para los presidentes retirados, independientemente de lo malos que hayan sido o de si lograron o no luchar con éxito contra una invasión extraterrestre mientras estaban en el cargo.

En 2017, Money.com enumeró la cantidad de la pensión anual del presidente en 205.700 dólares, que era la tasa que recibían todos los ex presidentes vivos: Barack Obama, George W Bush, Bill Clinton y Jimmy Carter. Aunque esas tarifas siguen siendo las mismas, los ex presidentes pueden solicitar financiación adicional al Congreso, que puede consistir en gastos de alquiler de oficinas, privilegios de correo o presupuestos de personal o viajes, según este informe del Servicio de Investigación del Congreso. En ocasiones, estas peticiones pueden llegar a superar el millón de dólares al año.

Otros beneficios para los ex presidentes y sus cónyuges incluyen la protección del Servicio Secreto de por vida, junto con la protección de los hijos hasta que cumplan 16 años. Esto también incluye la «protección» de tener que conducir uno mismo a cualquier lugar, ya que el Servicio Secreto prefiere estar detrás del volante en caso de emergencia.

Si esas cifras no fueran lo suficientemente buenas, considere también que los presidentes no tienen que pagar por la vivienda mientras están en el cargo, ya que están en la Casa Blanca, y tan pronto como están fuera tienen un barco lleno de historias locas que la gente pagará para leer y escuchar. Los Obama firmaron un contrato de libros por valor de 65 millones de dólares al dejar el cargo, mientras que George W. Bush y Bill Clinton recibieron 10 y 15 millones de dólares por sus respectivos contratos de libros.

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