Medicamentos

La terapia farmacológica, o con fármacos, se utiliza mejor en pacientes con síndrome del intestino irritable (SII) con síntomas de moderados a graves que no responden al asesoramiento del médico ni a las manipulaciones dietéticas.

¿Qué es un medicamento?

Cualquier cosa que se tome para obtener un efecto terapéutico cuenta como medicamento. Puede ser de venta libre, en una farmacia o en una tienda de comestibles, o limitarse sólo a la prescripción. Puede ser un medicamento o un suplemento; fabricado o «natural». Puede presentarse en forma de píldora, líquido o producto alimenticio. Cuando tomes algo para obtener un efecto terapéutico a largo plazo, díselo a tu médico. Éste puede ayudarle a controlar la calidad, la eficacia, las posibles interacciones con otros medicamentos que esté tomando o los posibles efectos secundarios.

Recuerde que todos los medicamentos tienen posibles efectos secundarios. Antes de tomar cualquier medicamento, ya sea de venta libre o con receta, hable con su médico o farmacéutico sobre la dosis, otros medicamentos que esté tomando o cualquier otra pregunta que pueda tener sobre el tratamiento. Por lo demás, siga cuidadosamente las instrucciones del envase del medicamento o de la etiqueta de su receta.

Medicamentos para el SII

Tradicionalmente, el tratamiento de primera línea se ha dirigido a tratar el síntoma más molesto debido a la falta de un tratamiento eficaz para la mejora general de los múltiples síntomas en los pacientes con SII. Sin embargo, recientemente se han introducido nuevas terapias para el SII y se ha demostrado que tratan eficazmente los múltiples síntomas del SII.

Laxantes: pueden ayudar a tratar los síntomas del estreñimiento. Los laxantes deben utilizarse bajo la supervisión de un médico.

Lea más sobre los laxantes.

Agentes de relleno – siempre que alivien y no empeoren los síntomas, pueden facilitar el paso de las heces. Algunos ejemplos son el salvado o el psilio.

Anticolinérgicos/Antiespasmódicos – tienen un beneficio limitado en el tratamiento del SII. En algunas personas alivian el dolor o el malestar abdominal, generalmente si los síntomas se producen poco después de comer. Algunos ejemplos son la diciclomina (Bentyl) y la hiosciamina (Levsin).

Más información sobre los anticolinérgicos/antiespasmódicos.

Agentes antidiarreicos: pueden ser eficaces para prevenir y aliviar los síntomas de la diarrea. Algunos ejemplos son la loperamida (Imodium) y el difenoxilato y la atropina (Lomotil)

Más información sobre los agentes antidiarreicos.

Medicamentos contra la ansiedad: pueden ser útiles para algunas personas con SII, sobre todo para las que sufren trastornos emocionales.

También existen medicamentos eficaces que alivian el dolor y mejoran los cambios en el hábito intestinal. Es posible que deban tomarse a más largo plazo. Entre ellos se encuentran los agentes antidepresivos en dosis bajas o los medicamentos relativamente nuevos.

Antidepresivos – El uso de la clase de fármacos antidepresivos en dosis bajas para el tratamiento de los síntomas del SII no está relacionado con la depresión, sino probablemente con los efectos en el cerebro y el intestino. Los medicamentos antidepresivos pueden reducir la intensidad de las señales de dolor que van del intestino al cerebro.

Lea más sobre los medicamentos antidepresivos.

Disponibles nuevos medicamentos dirigidos al SII – Hay otros medicamentos que se están estudiando o que han demostrado ser eficaces en el tratamiento del SII en ensayos clínicos multicéntricos de alta calidad. Se trata de medicamentos de prescripción destinados a un uso específico bajo la supervisión de un médico.

Lea más sobre los medicamentos más recientes para el SII.

Resumen

La eficacia de los distintos agentes difiere según las personas. El régimen de medicación debe ser elegido cuidadosamente por el paciente y su médico.

Los individuos que no han respondido a los cambios de estilo de vida y al uso cuidadoso de los medicamentos deben considerar ser evaluados por un médico especializado en motilidad o en trastornos gastrointestinales relacionados con el estrés. Los regímenes de medicación más complejos y los exámenes especializados de motilidad y/o psicológicos pueden revelar condiciones específicas que pueden responder al tratamiento.