La posibilidad de una tercera entrega de Kill Bill estaba muerta como Bill después de que Thurman revelara una experiencia dramática durante el rodaje de la película. Esto provocó una separación creativa entre ella y el director Quentin Tarantino, pero podría surgir una secuela. En un podcast reciente, Tarantino dijo que Kill Bill: Volumen 3 es una posibilidad, sobre todo porque él y Thurman hablaron de ello esta semana.
«Uma y yo hemos hablado de ello recientemente, francamente, a decir verdad», dijo Tarantino a Josh Horowitz en el podcast Happy Sad Confused. «He pensado en ello un poco más. Estuvimos hablando de ello, literalmente, la semana pasada. Si alguna de mis películas fuera a surgir de mis otras películas, sería una tercera Kill Bill.»
Es una gran noticia para los fans, teniendo en cuenta que se creía ampliamente que Tarantino y Thurman no volverían a trabajar juntos después de que la actriz describiera un horrible incidente en el set de Kill Bill en un perfil del New York Times en 2018.
Estaba incómoda con la escena en la que su personaje, la novia, está conduciendo el descapotable azul para finalmente buscar venganza contra Bill. Ella había pedido un doble para realizar la escena, pero no fue una opción.
«Quentin entró en mi tráiler y no le gustó escuchar un no, como a cualquier director», dijo al New York Times. «Estaba furioso porque les había costado mucho tiempo. Pero yo tenía miedo. Me dijo: ‘Te prometo que el coche está bien. Es una carretera recta… Llega a 65 km/h o tu pelo no va a volar en la dirección correcta y te obligaré a hacerlo de nuevo’. Pero esa era una caja de la muerte en la que estaba. El asiento no estaba bien atornillado. Era un camino de arena y no era un camino recto».
La actriz realizó la escena, estrellando el coche tal y como estaba guionizado. Pero las garantías de Tarantino resultaron no ser ciertas, y la actriz resultó gravemente herida.
«El volante estaba a la altura de mi vientre y mis piernas estaban atascadas debajo de mí… Sentí un dolor punzante y pensé: ‘Dios mío, no voy a volver a caminar'», dijo. «Cuando volví del hospital con un collarín, con las rodillas dañadas y un enorme huevo en la cabeza y una conmoción cerebral. Quentin y yo tuvimos una enorme pelea y le acusé de intentar matarme. Y él se enfadó mucho por ello, supongo que de forma comprensible, porque no sentía que hubiera intentado matarme».
El magnate de los medios de comunicación caído en desgracia, Harvey Weinstein, uno de los productores de la película y jefe de la productora que está detrás del proyecto, Miramax, accedió a dar a Thurman las imágenes del accidente si ella les liberaba «de cualquier consecuencia de mi futuro dolor y sufrimiento». Ella no aceptó esas condiciones.
En el mismo artículo, Thurman reveló que Weinstein la había agredido sexualmente con anterioridad. Como negó las insinuaciones de Weinstein y se enfrentó a Tarantino, cree que el accidente y el trato que le siguió fue un golpe bajo.
«Cuando se volvieron contra mí después del accidente», dijo, «pasé de ser una colaboradora creativa y una intérprete a ser como una herramienta rota.»
Tardó 15 años en que Tarantino le diera a Thurman las imágenes, que ella publicó en Instagram.
«Quentin finalmente expió dándomelas después de 15 años, ¿no? No es que importe ahora, con mi cuello permanentemente dañado y mis rodillas jodidas», dijo.