Dos de las principales preguntas que recibo como reportero de agricultura para Harvest Public Media son:
- ¿Qué son los pesticidas, en realidad?
- ¿Cómo se utilizan en mis alimentos?
Desde los amantes de la comida hasta los agricultores, los pesticidas son un tema delicado.
Primero: Los plaguicidas son brebajes químicos utilizados para controlar, destruir o regular las molestas malas hierbas e insectos. Los herbicidas matan las malas hierbas. Los insecticidas matan a los insectos. Para la mayoría de los propósitos, utilizamos el término general «pesticidas» para cubrir ambos tipos, lo que coincide con la definición de la Agencia de Protección Ambiental.
Algunos de los pesticidas más populares son la atrazina y el glifosato, que es el ingrediente activo del herbicida Roundup, producido por el gigante de la agroindustria Monsanto.
Los agricultores suelen rociar plaguicidas sobre cultivos como el maíz o la soja, la gran mayoría de los cuales en Estados Unidos han sido modificados genéticamente para resistir esos productos químicos.
Los plaguicidas también se utilizan a menudo en el cultivo de tomates, manzanas y otras frutas y verduras que comemos directamente. Para los agricultores, el objetivo es obtener más resultados de los cultivos que plantan y cultivar eficientemente más alimentos. Menos malas hierbas y bichos significan más posibilidades de obtener más tomates y melones.
El gobierno exige a los agricultores que sigan unas normas que dictan la cantidad de cada producto químico que pueden utilizar y cuándo pueden hacerlo. A menudo se conoce como la «ley de la etiqueta»: los aplicadores deben respetar las instrucciones de la etiqueta, aprobadas por la EPA, o se arriesgan a multas y demandas judiciales.
¿Cree que está libre de pesticidas si compra productos ecológicos? No siempre. Los productores ecológicos también pueden utilizar plaguicidas orgánicos derivados de fuentes naturales como las bacterias del suelo u otras plantas.
Los plaguicidas químicos pueden pasar a las granjas vecinas y matar los cultivos y las abejas, o llegar a los cursos de agua, filtrándose en las aguas subterráneas. Los organismos reguladores federales, como la EPA, la Administración de Alimentos y Medicamentos y el Departamento de Agricultura de EE.UU., analizan los niveles de pesticidas en los cursos de agua y los residuos en los productos. Y establecen normas para proteger la salud humana.
Las interpretaciones contradictorias de la investigación científica han llevado a varias autoridades a emitir diferentes niveles de preocupación sobre el uso de pesticidas. Sin embargo, ya sean sintéticos u orgánicos, los plaguicidas en la cantidad incorrecta pueden ser peligrosos para la salud.
Así que, aunque los productos químicos son omnipresentes en nuestro suministro de alimentos, su impacto sigue siendo una cuestión muy debatida.