Las pústulas indican una infección cutánea viral, bacteriana o fúngica. Una pústula es una pequeña mancha de piel abultada, llena de pus, que aparece como protuberancias blancas rodeadas de piel roja. Suelen aparecer en la espalda, la cara, los hombros, la axila y la ingle. Las pústulas pequeñas se curan solas, mientras que las pústulas que permanecen durante periodos prolongados o que son grandes, requieren una intervención médica inmediata.
¿Qué es una pústula?
Las pústulas son pequeñas llagas inflamadas llenas de pus en la superficie de la piel. Son más grandes que los granos normales y parecen ampollas. Es una afección cutánea muy común, sobre todo entre los adolescentes y los adultos jóvenes. Se pueden tratar las pústulas con medicamentos, o con cirugía en casos extremos si se vuelven molestas.
Nuestro cuerpo produce glóbulos blancos como respuesta defensiva para combatir infecciones como la foliculitis (inflamación del folículo piloso), que da lugar a la formación de pus. Este pus se acumula en los poros de la piel y forma pústulas.
¿Cuáles son las causas de las pústulas?
El acné o los granos son la causa principal de las pústulas. La obstrucción de los poros de la piel por el sebo (aceite) y las células muertas de la piel dan lugar a la formación de acné. A veces, estos poros se irritan y rompen las paredes, lo que da lugar a la formación de llagas rojas e hinchadas llamadas pápulas. Los cambios inflamatorios, como el enrojecimiento y la hinchazón, desencadenan una respuesta inmunitaria en el cuerpo de la persona afectada y producen glóbulos blancos y pus, que se acumulan para formar pústulas.
Aquí se enumeran otras causas de las pústulas:
- Psoriasis: Es una enfermedad cutánea autoinmune que da lugar a la formación de manchas rojas y escamosas en la piel. Cualquier infección, el estrés y el uso de ciertos medicamentos como el ibuprofeno, el calcipotriol y la prednisona pueden desencadenar una respuesta autoinmune y dar lugar a la psoriasis pustulosa.
- Rosácea: Es una afección cutánea común que provoca enrojecimiento y granos en la cara. La rosácea inflamatoria, una forma específica de la afección cutánea, también puede producir pústulas.
- Varicela: Es una infección vírica que provoca erupciones y ampollas que pican en la piel. A medida que la enfermedad avanza, estas lesiones cutáneas pueden convertirse en pústulas.
- Viruela: Es una infección vírica grave que puede dar lugar a la formación de ampollas llenas de pus en la piel.
Signos y síntomas:
Las pústulas aparecen como pequeñas protuberancias rojas o blancas en la piel. Si aparecen repentinamente en la cara, los hombros o la espalda, pueden deberse a una infección cutánea bacteriana o vírica. Busque atención médica inmediata si tiene estos síntomas asociados:
- Fiebre
- Dolor en la región que tiene pústulas
- Dolor en la zona afectada
- Piel sudorosa
- Náuseas o vómitos
- Diarrea
Diagnóstico de las pústulas:
Las pústulas suelen diagnosticarse mediante un examen clínico.
Evaluación clínica:
El dermatólogo examina físicamente la gravedad de las pústulas, la extensión del enrojecimiento y la secreción de pus de las células. Se anota una historia detallada de los pacientes sobre la gravedad de los síntomas, el dolor y los síntomas asociados, como fiebre, vómitos o diarrea. El médico puede recomendar algunas investigaciones de laboratorio como:
- Análisis de sangre: Se recoge una muestra de sangre para comprobar si hay algún aumento en el recuento sanguíneo total o en el número de glóbulos blancos.
- Velocidad de eritrosedimentación (VSG): Durante esta prueba, se recoge una muestra de sangre para comprobar la obstrucción de los glóbulos rojos. La tasa de obstrucción (sedimentación) de los glóbulos rojos suele ser mayor en los pacientes que padecen infecciones o enfermedades inflamatorias.
- Prueba de química sérica: Se recoge una muestra de sangre para determinar los niveles de ciertas sustancias químicas. Ayudan a analizar el funcionamiento de algunos órganos del cuerpo y a buscar cualquier anomalía. También ayuda a comprobar los niveles de proteínas específicas en la sangre, como las albúminas, las globulinas plasmáticas y vitaminas como el calcio y el zinc.
- Cultivo de piel: Se extrae una muestra de pus o líquido de la lesión pustulosa para comprobar la presencia de gérmenes como bacterias u hongos causantes de la infección. Esta muestra se añade a un medio que favorece el crecimiento de los gérmenes. El cultivo de la piel ayuda a determinar el tipo de organismo que causa la infección.
- Biopsia de la piel: El médico extrae una pequeña cantidad de tejido de la superficie de la piel afectada mediante una pequeña incisión y la examina al microscopio. Cualquier crecimiento anormal de los tejidos puede identificarse fácilmente.
Tratamiento de las pústulas:
El objetivo del tratamiento de las pústulas es deshacerse de las ampollas existentes y prevenir la aparición de otras nuevas. Las pústulas pequeñas suelen desaparecer en tres o cuatro días sin ningún tratamiento específico. Sin embargo, las pústulas grandes requieren un tratamiento médico con antibióticos tópicos u orales.
Aquí se enumeran algunos de los métodos de tratamiento:
- Medicamentos de venta libre como la loción de calamina o el gel de peróxido de benzoilo
- Las pomadas que contienen ácido salicílico o azufre regularmente según las recomendaciones del dermatólogo
- Antibióticos orales como la amoxicilina y la doxiciclina
En los pacientes afectados con una forma grave de pústulas, el siguiente método de tratamiento es útil:
Terapia fotodinámica (TFD):
La TFD, también llamada terapia de luz azul, consiste en utilizar una combinación de un fármaco fotosensible (el tipo de medicamento que se activa con la exposición a la luz) y la luz (para activar el fármaco dado) para tratar el acné o las pústulas y diferentes tipos de cánceres de piel.
Procedimiento de la TFD:
El objetivo principal de la TFD es destruir el acné dirigiéndose a un tejido específico. El tratamiento con TFD es el siguiente:
- Se administra un fármaco fotosensible por vía intravenosa o en forma de líquido o crema.
- Se pide al paciente que espere un período de tiempo específico (tiempo de espera o período de incubación) para que el fármaco se active.
- Se irradia la parte afectada de la piel con una intensidad de luz específica que activa el medicamento fotosensible.
Qué hacer y qué no hacer con las pústulas:
Las siguientes medidas ayudan a prevenir el desarrollo de pústulas:
- Limpiar la cara al menos dos veces al día con un jabón suave o un lavado de cara.
- Evitar apretar o reventar los granos con las manos o utilizando unas agujas o alfileres.
- Utilizar exfoliantes o mascarillas suaves como agentes exfoliantes para eliminar las células muertas de la piel con regularidad.
- Utilizar tiras de poros para extraer la grasa de los poros.
Los granos son una de las razones más comunes para que la gente visite a los dermatólogos. En esta era moderna, las personas son más propensas a las pústulas debido a los hábitos poco saludables como el consumo de comida basura y la exposición a la contaminación ambiental. Las pústulas pueden prevenirse limitando la exposición de la piel al polvo o a los alérgenos y siguiendo una dieta saludable.