A menudo llamado «hara-kiri» en Occidente, el «seppuku» es una forma de suicidio ritual que se originó con la antigua clase guerrera samurái de Japón. El espantoso acto consistía en apuñalarse en el vientre con una espada corta, abriendo el estómago y girando la hoja hacia arriba para asegurar una herida mortal. Algunos practicantes del seppuku se dejaban morir lentamente, pero normalmente recurrían a la ayuda de un «kaishakunin», o segundo, que les cortaba la cabeza con una katana en cuanto hacían el corte inicial. Todo el proceso iba acompañado de una gran ceremonia. Entre otros rituales, el individuo condenado solía beber sake y componer un breve «poema de la muerte» antes de tomar la espada.
El Sepuku se desarrolló por primera vez en el siglo XII como un medio para que los samuráis lograran una muerte honorable. Los espadachines realizaban el ritual para evitar ser capturados tras las derrotas en el campo de batalla, pero también funcionaba como un medio de protesta y una forma de expresar el dolor por la muerte de un líder venerado. A partir de la década de 1400, el seppuku se convirtió en una forma común de pena capital para los samuráis que habían cometido crímenes. En cada caso, se consideraba un acto de extrema valentía y autosacrificio que encarnaba el Bushido, el antiguo código guerrero de los samuráis. Había incluso una versión femenina del seppuku llamada «jigai», que consistía en cortarse la garganta con un cuchillo especial conocido como «tanto».
El seppuku cayó en desgracia con el declive de los samuráis a finales del siglo XIX, pero la práctica no desapareció del todo. El general japonés Nogi Maresuke se destripó a sí mismo en 1912 por lealtad al difunto emperador Meiji, y muchas tropas eligieron más tarde la espada antes que la rendición durante la Segunda Guerra Mundial. Tal vez el caso más famoso de la historia reciente sea el de Yukio Mishima, un renombrado novelista y nominado al Premio Nobel que cometió un seppuku ritual en 1970 tras liderar un fallido golpe de estado contra el gobierno japonés.