¿Qué es? | ¿Cómo funciona? El proceso. Admisión voluntaria. ¿Qué sucede después?
Los problemas de salud mental son a menudo difíciles de manejar para la sociedad, especialmente en situaciones en las que los individuos con problemas se niegan a buscar la ayuda que puedan necesitar. Esto puede ser especialmente problemático en los casos en los que se cree que alguien con una posible enfermedad mental es una amenaza potencial para sí mismo o para los demás. Algunas jurisdicciones han intentado hacer frente a estas preocupaciones mediante una legislación que permite la institucionalización involuntaria para el examen de la salud mental. La Ley de Salud Mental de Florida de 1971 -también conocida como la Ley Baker- otorga a ciertas personas el poder de enviar temporalmente a individuos potencialmente problemáticos a instituciones de salud mental.
¿Pero qué sucede cuando se aplica la Ley Baker a alguien?
¿Qué es la Ley Baker?
La Ley Baker es una ley vigente que prevé la institucionalización temporal de individuos que cumplen ciertos criterios. Sólo puede ser utilizada por determinadas personas autorizadas, como jueces, profesionales de la salud mental, personal de las fuerzas de seguridad y médicos. Lo que es más importante, la ley está limitada por el hecho de que esos funcionarios deben tener pruebas sólidas que sugieran que el individuo podría cumplir la definición de enfermedad mental de la Ley. Además, debe suponer un riesgo de daño para sí mismo o para los demás, o demostrar que se ha descuidado a sí mismo.
Hay que tener en cuenta que los criterios legales requieren algo más que la mera sospecha de enfermedad mental o de riesgo potencial. El estatuto exige específicamente pruebas «sustanciales», que es un listón mucho más alto que la simple sospecha. Como resultado, las personas no pueden ser internadas involuntariamente simplemente porque actúen de forma extraña, se nieguen a someterse a exámenes psiquiátricos o tengan cambios de humor o arrebatos ocasionales.
Debe haber una amplia evidencia de una posible enfermedad mental, junto con un fuerte potencial de daño a sí mismo o a otros. Normalmente, esto requiere algún tipo de comportamiento reciente que sugiera un riesgo grave.
¿Cómo funciona la Ley Baker?
Cuando se cree que un individuo cumple los criterios legales para la institucionalización involuntaria, se le pone bajo custodia y se le entrega a un centro de salud mental para su examen. La ley se aplica por igual a todas las personas de Florida, independientemente de su edad. Sin embargo, hay algunas diferencias en la cantidad de tiempo que los adultos y los menores pueden ser detenidos. El centro puede retener a un adulto durante no más de 72 horas, durante las cuales se realizará un examen de salud mental involuntario. Los menores sólo pueden ser retenidos durante 12 horas antes de que se inicie el examen.
Si el paciente es retenido durante más de 12 horas, la ley requiere que sea examinado por un profesional de la salud dentro de las primeras 24 horas de la institucionalización. Ese examen debe incluir una evaluación de la estabilidad médica del paciente y debe determinar si hay otros factores en juego además de los problemas psiquiátricos.
Los centros están obligados a notificar a los tutores, abogados u otros representantes del paciente a más tardar 24 horas después del ingreso, y deben documentar todos los intentos de contacto. En el caso de los menores de edad, la notificación debe realizarse tan pronto como el niño llegue al centro, aunque la notificación a los padres o tutores puede retrasarse un día entero si el centro sospecha que se ha producido un abuso y se ha puesto en contacto con la línea telefónica central de abusos correspondiente.
El proceso de la Ley Baker
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El proceso formal para utilizar la Ley Baker es bastante sencillo. Como se ha señalado, sólo los jueces, los profesionales de la salud y la salud mental y el personal de las fuerzas del orden pueden iniciar el procedimiento. Para ello, existen ciertos requisitos de procedimiento que deben seguir:
– Los jueces pueden emitir lo que se conoce como órdenes «ex parte». Este tipo de orden se utiliza cuando el tribunal sólo ha escuchado a una de las partes de una controversia. Normalmente, se presentan al tribunal pruebas de que una persona podría estar sufriendo problemas de salud mental que la convierten en un riesgo para sí misma o para los demás. Si el juez considera que las pruebas son convincentes, se emitirá una orden para dirigir a las fuerzas de seguridad instruyéndolas para que entreguen a la persona a un centro de salud mental para su examen.
– El personal médico y psiquiátrico tiene un proceso diferente que seguir cuando utiliza la Ley. Los médicos, los trabajadores sociales y los profesionales de la salud mental tienen que proporcionar una certificación formal de un examen reciente (dentro de las 48 horas anteriores) que haya revelado que el paciente es candidato a un internamiento involuntario. Ese certificado se entrega al personal de las fuerzas del orden, que entonces toman a la persona bajo custodia y la transportan a un centro de examen.
– El personal de las fuerzas del orden está autorizado a entregar a cualquier persona que parezca ser un riesgo para sí misma o para los demás a un centro de salud mental apropiado.
Admisiones voluntarias en virtud de la Ley Baker
La Ley Baker también permite que los adultos soliciten voluntariamente el internamiento temporal en un centro. Este ingreso voluntario también puede ser utilizado por los padres que quieran que sus hijos menores sean examinados en dicho centro. Una vez allí, el paciente será examinado por el personal del centro y se realizará una evaluación de su salud mental y de su potencial para dañarse a sí mismo o a otros. Cuando el problema puede atribuirse a algo distinto de los problemas psiquiátricos, el paciente suele ser dado de alta. En los casos en los que los problemas de salud mental requieran una intervención, se desarrollará un plan de tratamiento.
Aunque este tipo de ingresos son técnicamente voluntarios, los pacientes deben entender que pueden ser retenidos en el centro hasta 24 horas después de solicitar su salida. Ese retraso es necesario para que el personal del centro disponga del tiempo necesario para determinar si es necesario un examen o tratamiento involuntario. En los casos en los que se considere necesaria esa intervención, el centro dispone de dos días para presentar una petición solicitando al tribunal el internamiento involuntario del paciente.
Después del examen
Una vez finalizado el examen, sucederá una de las siguientes cosas:
– Si no es necesaria ninguna intervención, el paciente será puesto en libertad – a menos, por supuesto, que el paciente haya sido acusado formalmente de actividad delictiva. En ese caso, se le entregará a la custodia de los agentes de la ley.
– Se puede pedir al paciente que dé su consentimiento voluntario para el ingreso, para recibir cualquier tratamiento necesario.
– El paciente puede ser dado de alta con una recomendación de tratamiento ambulatorio de salud mental. Ese tratamiento es de naturaleza voluntaria.
– En los casos en los que la intervención es necesaria para un paciente que se niega a aceptar la admisión voluntaria, el centro puede solicitar el internamiento involuntario mediante una petición al tribunal.
La salud mental es una preocupación seria, y leyes como la Ley Baker pretenden proporcionar a la sociedad salvaguardas contra amenazas potenciales identificables. Y aunque sigue siendo objeto de controversia en algunos círculos, en general se cree que la ley proporciona una valiosa protección para el estado de Florida. Para las personas que tienen motivos para creer que un ser querido o un amigo puede ser un peligro para sí mismo o para los demás, esta ley puede ser a veces la única manera de conseguir que ese individuo reciba el tipo de asistencia adecuado.