El verano trae consigo un clima gloriosamente cálido y muchas actividades agradables al aire libre. Durante esta estación, es vital beber mucha agua para mantenerse hidratado y, según la medicina china, para mantener el qi (fuerza vital) en buena forma. El agua embotellada ha caído en desgracia, debido a las dudas sobre su superioridad respecto al agua del grifo y al impacto medioambiental de todas esas botellas de plástico. Sin embargo, el líquido que sale del grifo tampoco es siempre la bebida más atractiva. A veces el agua del grifo sabe mal, con un sabor mohoso, amargo, o de algún modo «apagado». Descubra las causas y soluciones para el mal sabor del agua del grifo.
Compruebe su salud. Las condiciones físicas -como el embarazo, una enfermedad (la aparición de un dolor de garganta, tal vez), los problemas dentales o los medicamentos que está tomando actualmente- pueden cambiar su percepción del sabor. El agua puede parecerle amarga, metálica, salada o sulfurosa. Si el sabor desagradable persiste, consulte a su médico.
Beba más, es decir, agua. Si ha adquirido el mal hábito de saciar siempre su sed con zumos, bebidas deportivas o refrescos de cola, a menudo el agua corriente tiene un sabor desagradable, insípido y poco atractivo. Intenta coger la jarra de agua en lugar de las bebidas azucaradas, y puede que con el tiempo aprendas a apreciarla. Si le apetece un sabor más pronunciado, añada hojas de menta o rodajas de cítricos, o beba un té de hierbas sin azúcar, caliente o frío.
Hierva el agua. El cloro es utilizado por un número de municipios para deshacerse de la acumulación de bacterias en sus tuberías de agua. El sabor similar al de una piscina puede ser particularmente fuerte justo después de que su ciudad realice el mantenimiento anual del suministro de agua. Hervir el agua del grifo puede ser útil para eliminar el sabor a cloro. Guarde el agua hervida en el frigorífico y utilícela en las siguientes 24 horas.
Limpieza. El desagradable sabor a moho que se produce al llenar un vaso de agua puede deberse a la proliferación de bacterias en el grifo de la cocina o del baño o en el interior del desagüe del fregadero. Retira el aireador del grifo y sumérgelo durante unos minutos en una mezcla de 1 taza de agua por 1/3 de taza de vinagre blanco. Humedece un paño con la misma solución de vinagre para limpiar el interior de la punta del grifo. Finalmente, vierta la solución en su desagüe y déjela reposar durante un cuarto de hora para desodorizar.
Hable con sus vecinos. Es posible que todos experimenten un sabor terroso, a podrido o a pescado en el agua. Este problema, bastante común en verano, puede deberse al contenido de algas en la fuente de agua regional. Aunque el tratamiento del agua elimina las propias algas nocivas del suministro local de H2O antes de que llegue al grifo de su cocina, el sabor suele persistir.
Pruebe un filtro. Para minimizar los sabores y contaminantes, una jarra tipo Brita es una forma económica de filtrar el agua del grifo. Sin embargo, es posible que prefiera la comodidad y el rendimiento de un sistema de filtración de agua bajo el mostrador o para toda la casa. (Tenga en cuenta que el departamento de salud local podría exigirle un permiso antes de instalar un dispositivo de tratamiento de agua.)
Póngase en contacto con su empresa local de suministro de agua. Un fuerte sabor sulfuroso puede ser una señal de peligro. Llame a la compañía de agua para ver si una tubería rota puede estar filtrando aguas residuales en el suministro de agua de su zona. Un sabor pronunciado a productos químicos u óxido también merece una llamada de emergencia, al igual que un cambio en el color o la claridad del agua.
Consulte a un fontanero. Si sigue notando un sabor desagradable en el agua del grifo, consulte a un profesional de la fontanería con licencia. El problema puede provenir de un problema con el sistema de plomería de su casa, el tanque séptico o el pozo privado.
Laura Firszt escribe para networx.com.
Actualizado el 23 de enero de 2018.