La Primera Enmienda exige que el gobierno no discrimine determinados puntos de vista. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha defendido la idea de que la libertad de expresión puede regularse mediante normas de «tiempo, lugar y forma». La carga de este tipo de regulaciones sigue siendo bastante alta, ya que requiere que el gobierno demuestre que sus restricciones a la expresión son (1) neutrales en cuanto al contenido (que el gobierno no prohíbe puntos de vista específicos), (2) adaptadas estrictamente para servir a un interés gubernamental (es decir, no pueden ser excesivamente amplias para regular más de lo necesario para lograr un interés gubernamental como, por ejemplo, la seguridad pública), y (3) amplios medios alternativos para expresar ideas. En la UofL, por ejemplo, las regulaciones de tiempo, lugar y forma son un reflejo del valor de fomentar las ideas diversas, el compromiso de la comunidad en el campus y la libertad académica, a la vez que se preservan intereses como la seguridad del campus.
Los estudiantes o las organizaciones estudiantiles tienen derecho a la libertad de expresión en la medida permitida por la ley. La Universidad se reserva el derecho de imponer restricciones razonables en cuanto a tiempo, lugar y forma en ciertas situaciones, tal como se indica en el Código de Derechos y Responsabilidades de los Estudiantes.
Como institución pública, en consonancia con los principios de la Primera Enmienda, la Universidad de Louisville proporciona acceso a su espacio exterior a individuos y grupos que no forman parte de la comunidad del campus y que desean participar en actividades de expresión dentro de los límites demarcados de la Universidad de Louisville. La Universidad ha identificado ciertas áreas públicas del campus donde se permitirá el discurso público y la distribución de literatura.
El uso de las instalaciones de la Universidad por parte de cualquier individuo no significa que la persona represente a la institución o sus ideales y principios. Los miembros de la Universidad son libres de alejarse y no escuchar a ninguna persona que hable en el campus.