30 de mayo de 2019
Los baños de sales de Epsom son un antiguo ritual que hemos adoptado como uno de nuestros principales métodos de autocuidado: para relajarnos, reducir el dolor muscular, suavizar nuestra piel y desintoxicar la mente y el cuerpo. Cuando sumergimos nuestro órgano más grande (la piel) en sales de Epsom, absorbemos las propiedades beneficiosas de la sal, así como las de cualquier otra planta, flor o aceite medicinal que se haya infundido en ellas. A diferencia de otras sales, las sales de Epsom están formadas por un compuesto mineral puro que contiene magnesio y sulfato, que estimulan las vías de desintoxicación de nuestro cuerpo, también conocidas como ósmosis inversa. Más de 325 enzimas de nuestro cuerpo necesitan magnesio para funcionar correctamente, y el magnesio es responsable de estimular la función nerviosa y muscular, limitar la inflamación y mejorar nuestra oxigenación y flujo sanguíneo.1 Los sulfatos ayudan a la absorción de nutrientes, alivian los dolores de cabeza, eliminan las toxinas y los metales pesados y fortalecen nuestra salud intestinal.2
Para aprovechar todos los beneficios de los baños de sales de Epsom, llene la bañera con agua tibia (preferiblemente filtrada) y remójese durante unos 40 minutos. Durante los primeros 20 minutos, las toxinas serán extraídas del cuerpo, y en los segundos 20 minutos es cuando se produce toda la absorción. Nuestro peso determina la cantidad de sal de Epsom que necesitamos (aproximadamente 2 tazas por cada 100-150 libras), y para hacer que nuestro remojo sea aún más reparador, podemos añadir una serie de hierbas para ayudar a calmar el síndrome premenstrual, aliviar los dolores de cabeza y musculares, reducir la ansiedad y el estrés, e incluso ayudarnos a superar la pena.1 Para saber más sobre cómo crear una experiencia personalizada con sal de Epsom, vea cinco de nuestras fórmulas curativas favoritas a continuación.
Para calmar el síndrome premenstrual:
- 2 tazas de sal de Epsom
- 1 taza de vinagre de sidra de manzana
- 6 gotas de aceite de salvia sclarea
- 4 gotas de aceite esencial de manzanilla
- 4 gotas de aceite esencial de rosa
- ½ taza de flores secas de rosa y manzanilla (opcional)
Para aliviar el dolor corporal:
- 2 tazas de sal de Epsom
- 1 taza de vinagre de sidra de manzana
- 5 gotas de pomelo
- 5 gotas de lavanda
- ½ taza de flores secas de lavanda y/o rodajas frescas o secas de pomelo (opcional)
Para aliviar los dolores de cabeza:
- 2 tazas de sal de Epsom
- 1 taza de vinagre de sidra de manzana
- 4 gotas de menta
- 8 gotas de lavanda
- ½ taza de flores de lavanda secas y/o rodajas de limón frescas o secas (opcional)
Para reducir la ansiedad y el estrés:
- 2 tazas de sal de Epsom
- 1 taza de bicarbonato de sodio
- 4 gotas de bergamota
- 4 gotas de menta
- 4 gotas de sándalo
- Rodajas frescas o secas de naranja (opcional)
Para ayudar a superar el duelo:
- 2 tazas de sal de Epsom
- 1 taza de bicarbonato
- 4 gotas de manzanilla
- 4 gotas de sándalo
- 4 gotas de limón aceite
- ½ taza de flores secas de manzanilla y/o rodajas frescas o secas de cítricos (opcional)
Para un poco de rejuvenecimiento y restauración, tómese un tiempo para disfrutar de una de estas verdaderas experiencias curativas. Baje las luces, encienda velas de aromaterapia, ponga música relajante y prepare un baño caliente y terapéutico: puede ser el remedio perfecto para lo que su cuerpo necesite.
*Todas las recetas de baño se han encontrado en mindbodygreen.
«El cuidado de uno mismo nunca es un acto egoísta, es simplemente una buena administración del único regalo que tengo, el regalo que me pusieron en la tierra para ofrecer a los demás. Cada vez que podemos escuchar al verdadero yo y darle el cuidado que requiere, lo hacemos no sólo por nosotros mismos, sino por los muchos otros cuyas vidas tocamos.» – Parker Palmer