Cómo utilizar la sal de Epson para la infección

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El sulfato de magnesio, más conocido como sales de Epsom, es un compuesto químico formado por magnesio, oxígeno y azufre. La composición química de las sales de Epsom es muy absorbente y extrae las toxinas de cualquier superficie que encuentre, incluida la piel humana, lo que hace que sea popular su uso como sal de baño. Sumergirse en sales de Epsom es también un remedio muy utilizado para tratar infecciones. Las sales de Epsom funcionan bien para tratar infecciones externas, pero no deben ingerirse. El consumo de sales de Epsom puede dar lugar a una sobredosis de magnesio, que puede provocar la muerte. Sumergirse y bañarse en sales de Epsom puede aumentar los niveles de magnesio dentro del cuerpo a través de la piel, pero no lo suficiente como para aumentar los riesgos de sobredosis de magnesio, lo que hace que las sales de Epsom sean una alternativa segura para tratar las infecciones externas.

Comprar sales de Epsom, que se pueden encontrar en las tiendas de comestibles locales. Estos se pueden encontrar en la salud, la belleza o las islas de farmacia. Otro lugar para buscar sería una tienda de salud o de alimentos naturales. Las sales de Epsom deben guardarse en lugares frescos y secos cuando no se utilicen.

Haga un remojo. Llene una olla grande con agua y caliéntela en una estufa a fuego alto. Retirar la olla del fuego justo antes de que empiece a hervir y verterla en una bañera o recipiente lo suficientemente grande como para que quepan dos pies o manos. Prueba el calor del agua sumergiendo un dedo del pie o de la mano en el agua. Si está demasiado caliente, espera unos minutos a que se enfríe. Ten en cuenta que el agua caliente o tibia acerca las toxinas a la superficie de la piel, por lo que para tratar infecciones externas, cuanto más caliente esté el agua, mejor. Añade media taza de sales de Epsom al agua y remueve con un batidor o una cuchara grande hasta que las sales se hayan disuelto por completo. Sumerge las manos o los pies en esta solución durante al menos 20 minutos. Enjuague bien la parte del cuerpo empapada después del remojo y séquela con palmaditas. Aplique aceite o loción corporal en la zona, ya que probablemente estará muy seca.

Prepare un baño de sales de Epsom para las zonas de la superficie del cuerpo que puedan estar sufriendo una infección pero que no puedan ser remojadas en un recipiente. Prepare un baño caliente y añada 2 tazas de sales de Epsom a la bañera. Asegúrese de distribuir la sal uniformemente en la bañera. Se puede remover con el antebrazo antes de entrar. Permanezca en la bañera durante al menos 12 minutos. Enjuague el cuerpo después del remojo con agua fresca y séquelo con palmaditas.

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