- La arowana asiática, también conocida como el pez dragón, es el pez de acuario más caro del mundo.
- El pez se considera una mercancía valiosa por sus colores rojo y dorado – se rumorea que uno se vendió por 300.000 dólares en 2009.
- La mayoría de las personas que compran peces dragón son hombres chinos de clase media, que coleccionan los peces como símbolos de estatus.
En cuanto a los peces, la arowana asiática es una de las especies de acuario más caras que se venden en el comercio de mascotas. Es un pez de agua dulce que hace que la gente pague decenas de miles de dólares por las coloraciones más buscadas.
Narrador: ¿Qué preferirías tener, un coche nuevo o este pez? Resulta que cuestan más o menos lo mismo. Un solo pez dragón puede costar decenas de miles de dólares. Entonces, ¿qué tiene de especial? Bueno, puede que no lo parezca, pero este pez en peligro de extinción es tan codiciado que hay gente que ha ido a la cárcel por él.
El pez dragón recibe su apodo porque se parece a un dragón en vuelo mientras nada. Sin embargo, su verdadero nombre es arowana asiática. Es un pez de agua dulce originario del sudeste asiático, y ha arrasado en el mercado de los acuarios. Hoy en día, estos peces son tan apreciados que algunos tienen sus propias caravanas, y los criadores protegen a sus ejemplares con capas de muros de hormigón, completos con perros guardianes y vigilantes. Incluso existe un mercado de cirugía estética para ayudar a los peces de baja calidad que necesitan un lifting de ojos o un lifting de barbilla. Y eso puede sonar como una exageración, pero realmente no lo es.
Emily Voigt: Es una mercancía muy valiosa, y eso ha impulsado una tremenda cantidad de crimen alrededor de las áreas donde se cría.
Narrador: Esa es Emily Voigt, que explora este mundo para su libro, «El dragón tras el cristal». Hablamos de asesinatos y robos de peces a medianoche. Sin embargo, no siempre fue así.
Hasta la segunda mitad del siglo XX, estos peces no se exhibían. Eran fileteados y comidos por los lugareños. Luego, en 1967, un comerciante de acuarios que viajaba por el norte de Malasia vio una arowana muerta en un mercado de alimentos y la encontró tan atractiva que buscó una para tenerla como mascota. En la década de 1980, las arowanas aparecieron en Taiwán y, con el tiempo, la gente de toda Asia quiso tener una. En particular, las variedades rojas y doradas de arowana llegaron a simbolizar la suerte y la riqueza en varias culturas asiáticas.
Voigt: Todo eso ha dado lugar a toda una mitología sobre el pez. Se supone que trae buena suerte y prosperidad, incluso que salta de su pecera para salvar a su dueño.
Narrador: Hoy en día, la cría de nuevas combinaciones de colores está de moda. Como este pez, llamado rojo chile, que se puede conseguir por unos 1.400 dólares cada uno. O el súper rojo de fusión violeta esmeralda, que se vende por unos 12.000 dólares cada uno. Pero ningún pez es más raro y valioso que el albino. En 2009, uno de ellos supuestamente batió un récord al venderse por 300.000 dólares a un alto funcionario anónimo del gobierno chino. De hecho, la mayoría de las personas que compran peces dragón son hombres chinos de clase media, que los coleccionan como símbolo de estatus.
Voigt: Así que mantener este pez es un pasatiempo muy machista. No hay muchas mujeres que lo hagan. Y es casi como coleccionar coches o algo así.
Narrador: Así que a mediados de los 90, cuando el pez dragón fue criado con éxito en cautividad en granjas certificadas, fue un gran problema, porque se estaban volviendo raros en la naturaleza debido a la sobrepesca y la recolección para el comercio de mascotas. Desde entonces, el aumento de la demanda ha llevado a operaciones de cría en todo el sudeste asiático. Y aunque es perfectamente legal comprar un pez dragón en la zona, puede no serlo en otros países no asiáticos. En Estados Unidos, por ejemplo, sólo se puede encontrar la arowana asiática en el mercado negro. Y de hecho, no se puede introducir legalmente en el país, porque está prohibida por la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos. Hay gente que ha ido a la cárcel por traficar con este pez. Así que si te pica el gusanillo de tener una mascota parecida a un dragón, quizá debas ceñirte a algo más seguro, como los dragones barbudos.