Fundación de la Enfermedad Celíaca

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Bana Jabri, doctora en medicina, se interesó por primera vez en la enfermedad celíaca durante su residencia como pediatra en Francia. Atendía a niños que sufrían una grave inflamación intestinal que nadie sabía cómo tratar. Jabri se dio cuenta de que su trabajo clínico no era suficiente.

Desde entonces, Jabri se ha convertido en una de las principales investigadoras del mundo sobre la enfermedad celíaca. Profesora asociada de los Departamentos de Medicina, Patología y Pediatría del Centro Médico de la Universidad de Chicago, dirige el equipo de investigación del Centro de la Enfermedad Celíaca de la Universidad. Bajo su liderazgo, el centro está en el nexo de los extraordinarios descubrimientos para bloquear el desencadenante de la enfermedad celíaca. Caracterizada por una reacción anormal al gluten, la celiaquía daña el intestino delgado. Si no se trata, puede provocar una grave malabsorción de nutrientes y aumenta el riesgo de desarrollar trastornos autoinmunes y cáncer. El avance más reciente de Jabri, publicado en el número de marzo de 2011 de Nature, nos acerca un poco más a la búsqueda de una cura.

Jabri y su equipo han descubierto el papel fundamental que la interleucina 15 (IL-15) desempeña en el sistema inmunitario a la hora de tomar decisiones a nivel celular. La IL-15 actúa como una bandera de socorro cuando una célula está en peligro. La IL-15 está presente en todo el mundo, pero no se expresa en gran medida a menos que un individuo esté luchando contra bacterias, virus, estrés o inflamación. El cuerpo humano ha desarrollado un sistema de seguridad para atacar a sus propias células, si es necesario, con el fin de eliminar a un invasor. Sin embargo, si va demasiado lejos, se pierde tejido. La IL-15 indica que esto ocurre.

El innovador estudio de Jabri demuestra que la IL-15 no sólo sirve para desplegar el ejército que invade el tejido afectado, sino que también influye en cómo se diferencian las células inmunitarias, es decir, en qué tipo de soldados se convierten en la batalla contra la inflamación. Si somos capaces de bloquear la IL-15 en los seres humanos (como Jabri y su equipo pudieron hacer en su estudio con modelos de ratón), la prevención de la enfermedad para los pacientes de riesgo está en el horizonte.

Además de la enfermedad celíaca, lo que hace que el estudio de Jabri sea tan importante es la implicación que tiene para otros trastornos autoinmunes como la diabetes de tipo 1 o la artritis reumatoide. Según Jabri, los estudios con ratones son importantes, pero si se realizan de forma aislada, no son útiles. Los estudios en humanos son necesarios para determinar cómo se desarrolla una enfermedad en las personas. Los estudios genéticos señalan el origen genético de una enfermedad, pero no por qué o cómo los genes son importantes. Jabri explica que «la celiaquía es la enfermedad que los investigadores pueden estudiar en humanos porque podemos obtener el tejido en presencia y ausencia de gluten, conocemos los antecedentes genéticos de los individuos estudiados y podemos hacer estudios mecanísticos en células inmunitarias inmortalizadas y primarias». Ampliado como marco, los descubrimientos dentro de la celiaquía podrían ser la clave para otros trastornos autoinmunes»

Como aprendió durante su residencia, el tratamiento clínico y la investigación deben integrarse. Hoy Jabri ha ampliado ese concepto en el Centro de la Enfermedad Celíaca de la Universidad. Es el primer centro de este tipo en Estados Unidos donde se encuentran en un mismo lugar investigadores que estudian la celiaquía en ratones y en humanos, tratan a pacientes pediátricos y adultos y forman a futuros médicos. Estas intersecciones críticas -la capacidad de probar nuevas estrategias terapéuticas en ratones y, al mismo tiempo, trabajar con pacientes adultos y niños- son las que hacen posibles descubrimientos del nivel de Jabri.

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