«Hasta que yo venga, ocúpate de la lectura, de la exhortación y de la doctrina.»
I Timoteo 4:13
Un distintivo principal de la Capilla del Calvario es nuestro esfuerzo por declarar a la gente todo el consejo de Dios. Vemos este principio ilustrado cuando Pablo se reunió con los ancianos de Éfeso en Hechos 20. Mientras estaban en la orilla del Egeo en Mileto, alrededor de la zona costera de Éfeso, Pablo dijo que era inocente de la sangre de todos los hombres, «porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios». (Hechos 20:27).
Ahora, ¿cómo es posible que una persona afirme haber declarado, «todo el consejo de Dios»? La única manera en que una persona podría hacer esa afirmación a su congregación sería si enseñara a través de toda la Palabra de Dios con ellos, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Una vez que haya llevado a su congregación a través de la Biblia, entonces podrá decirles: «No he rehuido declararles todo el consejo de Dios».
Esto no se puede hacer con sermones tópicos. Los sermones tópicos son buenos, y tienen su lugar, pero cuando uno predica tópicamente, es propenso por naturaleza a predicar sólo los temas que le gustan. Y hay temas en la Biblia que no son muy inspiradores. No entusiasman a la gente, pero son temas necesarios que hay que tratar. Sin embargo, la tendencia humana es evitarlos. Si sólo se predica por temas, también se tiende a evitar los temas controvertidos o difíciles, y la gente no obtendrá una visión bien equilibrada de la verdad de Dios. Así que el valor de ir directamente a través de la Biblia es que usted puede decir: «No he rehuido declararles todo el consejo de Dios».
Ahora, creo que puedo decir a la gente de Calvary Chapel Costa Mesa: «Les he declarado todo el consejo de Dios», porque los hemos llevado desde Génesis hasta Apocalipsis siete veces. Actualmente estamos comenzando la octava ronda. No nos saltamos nada. Y es por eso que en la mayoría de las Capillas del Calvario, y las más exitosas, encontrarás la enseñanza sistemática de toda la Palabra de Dios, recorriendo la Biblia de principio a fin.
En su mayor parte, el ministerio de enseñanza de la Capilla del Calvario es de estilo expositivo. Esto no significa que en ocasiones no abordemos un tema en particular o demos mensajes temáticos. No estamos diciendo que los mensajes tópicos sean incorrectos o malos. Tienen su lugar. No queremos caer en un legalismo estricto donde analizamos cada sermón para ver si fue homiléticamente correcto y expositivamente presentado. Pero, en su mayor parte, tratamos de seguir el ejemplo de Isaías, quien dijo: «Pero la palabra de Jehová les era precepto sobre precepto, precepto sobre precepto; línea sobre línea, línea sobre línea; aquí un poco, y allá un poco» (Isaías 28:13). Estos versículos describen la reacción de la gente ante el estilo de enseñanza de Isaías.
Se burlaban de su método, pero era un método eficaz. Se quejaban de él, diciendo en tono de burla que debería volver a enseñar a los niños de parvulario porque su enseñanza era «precepto sobre precepto; línea sobre línea, línea sobre línea; aquí un poco, y allí un poco». Dijeron estas palabras en tono de burla. Sin embargo, es tan importante llevar a la gente a través de la Palabra, línea tras línea, precepto tras precepto. Cuando lo hacemos, les estamos entregando todo el consejo de Dios.
Otra ventaja de enseñar todo el consejo de Dios es que cuando se llega a temas difíciles que tratan de problemas en la vida de un individuo o dentro del cuerpo de la Iglesia, se pueden abordar directamente. No hay que preocuparse de que la gente piense: «Oh, hoy me está apuntando a mí». La gente de la congregación sabe que se trata simplemente del pasaje de la Escritura que se estudia ese día. Así que no pueden pensar: «Oh, tío, se está metiendo conmigo», porque se dan cuenta de que vas directamente a través del Libro, y no estás saltando de tema en tema. Estamos yendo directamente a través de toda la Palabra de Dios.
En el capítulo 8 de Nehemías, versículo 8, cuando los hijos de Israel habían regresado del cautiverio y estaban reconstruyendo la ciudad, el liderazgo reunió a la gente y construyó una pequeña plataforma. Comenzaron por la mañana temprano a leer la Palabra de Dios al pueblo. Nemehiah 8:8 declara: «Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y daban el sentido, y hacían entender la lectura»
Creo que esta es una definición digna de la predicación expositiva – leer la Palabra, dar el sentido, y hacer que la gente entienda el significado. Me he dado cuenta de que muchas veces no empiezo a comprender el significado hasta que he leído un pasaje en particular tal vez 50 o 60 veces. De repente, todo empieza a encajar en mi mente. Creo que es valioso usar buenos comentarios para ayudar a entender el significado de un pasaje. Aprecio las ideas que Dios ha dado a otros hombres sobre pasajes de la Palabra. Pero al decir que aprecio y leo comentarios, también debo confesar que a menudo leeré páginas y páginas de comentarios y no obtendré absolutamente nada que pueda usar. A veces, cuando lees siete comentarios sobre un pasaje en particular, estás más confundido cuando terminas que cuando empezaste, porque hay muchos conceptos o ideas diferentes sobre un pasaje en particular. Así que creo que uno de los mejores comentarios sobre la Biblia es la propia Biblia.
Es importante recordar que generalmente no vemos resultados inmediatos o espectaculares de la noche a la mañana en una Capilla del Calvario. Se necesita tiempo para despertar y desarrollar el apetito de la gente por la Palabra de Dios. Se necesita tiempo para que crezcan. Para la mayoría de las Capillas del Calvario que se plantan en una nueva área, toma un par de años poner los cimientos, preparar el terreno, arar la tierra endurecida, trabajar la tierra y plantar la semilla en la tierra fértil. Luego hay que esperar. La semilla no da frutos de la noche a la mañana. La semilla tiene que crecer y desarrollarse. Pero, eventualmente, comienza a dar frutos.
La mayoría de los compañeros que he observado han salido y al final del segundo año, han llegado al punto de crisis. Suelen estar desanimados. Sienten que no va a suceder donde están. Empiezan a creer que la gente de allí es diferente a la de los demás, y que simplemente no va a suceder. Te sorprendería saber cuántos se han ido y, después de dos años, me han llamado diciendo que se iban a marchar porque simplemente no estaba sucediendo. Yo les animo a que se queden otros seis meses más o menos, diciéndoles: «Mira, has pasado por la parte difícil. Has pasado por el arado. Habéis pasado por el cultivo de la tierra. Habéis pasado por la siembra. Ahora espera y mira a ver si sale algún fruto». Como regla general, es en el tercer año que se empieza a ver el fruto como resultado de plantar la Palabra de Dios en los corazones de la gente. «La semilla que cae en buena tierra dará fruto, unas veces a treinta, otras a sesenta y otras a cien» (Mateo 13:8). Pero esto no sucede de la noche a la mañana.
Esto puede ser bastante desalentador cuando hay quienes llegan con un destello y un fuego, y parecen generar una multitud inmediata. La gente se agolpa para ver los milagros, para ver los fuegos artificiales, y aquí sólo estás avanzando a duras penas. No puedes ver mucho desarrollo o crecimiento, y estos otros tipos parecen tener un éxito instantáneo. Pero como el Señor dijo a Daniel, «Y los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que convierten a muchos a la justicia como las estrellas por los siglos de los siglos.» (Daniel 12:3).
El 4 de julio es divertido ver los fuegos artificiales, los cohetes celestes, las llamaradas de gloria y todo el color que llena el cielo. Todo el mundo está «oohing and aahing», pero sólo dura un corto tiempo. Antes de que te des cuenta, sólo hay cenizas. Es un gran destello y se acabó. Tienes que determinar en qué cielo quieres brillar. ¿Quieres brillar como una estrella por siempre y para siempre? ¿O quieres ser como un cohete del cielo con un destello repentino, entrando en escena de forma espectacular, pero sin poder permanecer?