Líquido amniótico

author
2 minutes, 43 seconds Read

Según la Dra. Amitha Indersen, especialista consultora en medicina fetal de Apolo Cradle Jubilee Hills, el líquido amniótico es el líquido maravilloso en el que la nueva vida toma forma, crece y se desarrolla. El término líquido amniótico deriva de las palabras latinas ‘liquor amnii’.

El líquido amniótico cumple múltiples funciones. Al principio de la gestación, el feto flota en el líquido, lo que permite su libre movimiento y, a su vez, la formación de articulaciones y movimientos. El líquido es inhalado y exhalado por el feto, lo que ayuda al crecimiento de los pulmones y al desarrollo de los sacos de aire. Cuando el feto traga el líquido. Éste pasa por el tracto intestinal. Esto, además de ayudar a los intestinos a formarse y funcionar, los restos presentes en él ayudan a formar el meconio o las primeras heces que expulsa el recién nacido. Una de las funciones más importantes es la de actuar como cojín y proteger al feto de las fuerzas mecánicas.

Al principio del embarazo, el líquido amniótico es segregado principalmente por el útero de la madre y las membranas. A medida que el feto crece más allá de las 14 semanas de gestación, la secreción de líquido es asumida por el feto. Cuando el feto orina, inhala y exhala y el líquido que pasa por la piel inmadura, todo ello contribuye al líquido amniótico. Más adelante en el embarazo, la mayor parte del líquido procede de la orina del feto.

El nivel de líquido en el útero ha sido un indicador del bienestar del feto. Cuando el líquido es menor, se denomina oligohidramnios y cuando es excesivo, se denomina polihidramnios. El polihidramnios puede deberse a varias causas. Las más comunes son la diabetes materna que afecta al embarazo, el bloqueo del tracto respiratorio o gastrointestinal del feto, la anemia fetal, cualquier masa en el tórax del feto, los trastornos del movimiento, cualquier cosa que interfiera en la deglución normal del feto y los defectos estructurales que provocan la salida de líquido. No todos ellos pueden detectarse antes del nacimiento. Problemas como la obstrucción intestinal baja, la fístula tráqueo-esofágica, ciertos trastornos de la piel y del movimiento son difíciles de diagnosticar antes del nacimiento.

El oligohidramnios también tiene múltiples causas. Cuando hay un problema en la función de la placenta o una restricción del crecimiento fetal, se reduce el flujo sanguíneo a los riñones del feto y, a su vez, se reduce la producción de orina del feto. En algunas mujeres, puede haber una fuga del líquido que provoca problemas. Cuando los riñones del feto no están formados o su función se ve afectada por diversas causas, los niveles de líquido pueden disminuir.

Así pues, el líquido amniótico proporciona un entorno cálido y acolchado para que el feto se mueva, crezca y se desarrolle. Cualquier reducción o exceso de líquido puede ser indicativo de un problema subyacente y necesita evaluación y seguimiento.

Similar Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.