El sistema vascular linfático está formado por vasos revestidos de endotelio que comienzan como tubos de extremo ciego o sáculos que se encuentran dentro de las zonas de tejido conectivo. Este sistema sirve como aparato de drenaje unidireccional para la eliminación de sustancias difusibles, así como de proteínas plasmáticas que escapan de los capilares sanguíneos. Si se permite que se acumulen, estos componentes escapados agotarían el sistema circulatorio de sus coloides plasmáticos y alterarían el equilibrio de fuerzas responsable del control del movimiento de fluidos y del intercambio de gases y fluidos a través de la pared vascular sanguínea. Los capilares linfáticos están estratégicamente situados y anatómicamente construidos para permitir una eliminación continua y rápida de los fluidos intersticiales transitorios, las proteínas plasmáticas y las células del intersticio. Estructuralmente, los capilares linfáticos consisten en un endotelio continuo que está extremadamente atenuado en la mayor parte de su diámetro, excepto en la región perinuclear, que sobresale en el lumen. Estos vasos carecen de una lámina basal continua y mantienen una estrecha relación con el intersticio adyacente mediante filamentos de anclaje. Las células adyacentes están ampliamente superpuestas y carecen de dispositivos de adhesión en muchas zonas. Cuando se inyectan trazadores opacos a los electrones por vía intravenosa (por ejemplo, peroxidasa de rábano picante y ferritina), el posterior examen microscópico electrónico de los tejidos revela la presencia de partículas trazadoras dentro del intersticio y el lumen capilar linfático. Estas partículas acceden a los capilares linfáticos a través de dos vías principales 1) las hendiduras intercelulares de las uniones patentes y 2) las vesículas plasmáticas (vesículas pinocitarias). Otra característica destacada de la célula endotelial linfática es la presencia de numerosos filamentos citoplasmáticos, cuya morfología es similar a la de los filamentos de actina observados en diversos tipos de células. Las características ultraestructurales de los capilares linfáticos se discuten en relación con su papel en la eliminación de fluidos intersticiales y partículas, y en la formación de la linfa.