La pérdida de audición inducida por el ruido puede ser reversible

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La exposición a ruidos fuertes y explosiones puede dañar la cóclea y provocar una pérdida de audición inducida por el ruido. Estudios anteriores afirmaban que la pérdida de audición inducida por el ruido era irreversible si se dañaba la estructura extremadamente delicada de la cóclea.
Sin embargo, los daños en las células ciliadas y nerviosas causados, por ejemplo, por ruidos fuertes y explosiones, pueden ser reversibles, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Medicina de Stanford.
Los hallazgos del estudio pueden conducir al desarrollo futuro de medicamentos y técnicas quirúrgicas que podrían reducir cualquier daño coclear permanente, si el tratamiento se inicia rápidamente después de la explosión.

Buenas noticias para soldados y civiles

Los daños en el oído son una afección frecuente entre los veteranos y los civiles en zonas de guerra, ya que están expuestos con frecuencia a muchos ruidos fuertes y presiones de explosión.
Más del 60% de los veteranos heridos sufren problemas auditivos graves, como lesiones en el tímpano, tinnitus y pérdida de audición. Asimismo, los civiles suelen sufrir una pérdida de audición a largo plazo, después de haber sobrevivido a bombas devastadoras.
Los hallazgos del estudio pueden, por tanto, tener una importancia especial tanto para el personal militar como para los civiles en zonas de guerra.

Regenerar las células perdidas

Con cierta medicación justo después de la exposición a una explosión, los daños en el oído podrían limitarse y la pérdida de audición reducirse.
Los hallazgos del estudio marcan, por tanto, un progreso significativo en el tratamiento de la pérdida de audición. Los investigadores esperan alcanzar este objetivo y comenzar los ensayos en humanos dentro de 10 años.
Sin embargo, para alcanzar el objetivo será necesario superar el reto de regenerar las células ciliadas y nerviosas perdidas dentro de la cóclea. Según los investigadores, ya se están llevando a cabo importantes trabajos en relación con este reto.
El estudio fue publicado en la revista científica «…Plos One» por John Oghalai y su grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
Fuente:

www.stanforddaily.com

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