Nutrición humana [DEPRECIADO]

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Fuente de alta energía

Los alimentos ricos en grasa tienen naturalmente una alta densidad calórica. Los alimentos ricos en grasa contienen más calorías que los alimentos ricos en proteínas o hidratos de carbono. Como resultado, los alimentos ricos en grasa son una fuente conveniente de energía. Por ejemplo, 1 gramo de grasa o aceite proporciona 9 kilocalorías de energía, en comparación con las 4 kilocalorías que contiene 1 gramo de hidratos de carbono o proteínas. Dependiendo del nivel de actividad física y de las necesidades nutricionales, las necesidades de grasa varían mucho de una persona a otra. Cuando las necesidades energéticas son altas, el cuerpo agradece la alta densidad calórica de las grasas. Por ejemplo, los bebés y los niños en edad de crecimiento necesitan cantidades adecuadas de grasa para favorecer el crecimiento y el desarrollo normales. Si un bebé o un niño recibe una dieta baja en grasas durante un periodo prolongado, el crecimiento y el desarrollo no progresarán normalmente. Otras personas con necesidades energéticas elevadas son los atletas, las personas con trabajos físicamente exigentes y las que se recuperan de una enfermedad.

Cuando el cuerpo ha utilizado todas las calorías procedentes de los hidratos de carbono (esto puede ocurrir tras sólo veinte minutos de ejercicio), inicia el uso de las grasas. Un nadador profesional debe consumir grandes cantidades de energía alimentaria para satisfacer las exigencias de nadar largas distancias, por lo que comer alimentos ricos en grasa tiene sentido. Por el contrario, si una persona que lleva un estilo de vida sedentario come los mismos alimentos de alta densidad de grasa, ingerirá más calorías de grasa de las que su cuerpo necesita en unos pocos bocados. Tenga cuidado: el consumo de calorías por encima de las necesidades energéticas es un factor que contribuye a la obesidad.

Olor y sabor

La grasa contiene compuestos disueltos que contribuyen a crear aromas y sabores deliciosos. La grasa también añade textura a los alimentos. Los alimentos horneados son flexibles y húmedos. Los alimentos fritos retienen el sabor y reducen el tiempo de cocción. ¿Cuánto tiempo tarda en recordar el olor de su comida favorita al cocinarse? ¿Qué sería de una comida sin ese sabroso aroma que deleita sus sentidos y aumenta su disposición a comer?

La grasa desempeña otro valioso papel en la nutrición. La grasa contribuye a la saciedad, es decir, a la sensación de plenitud. Cuando se ingieren alimentos grasos, el cuerpo responde permitiendo que los procesos que controlan la digestión retrasen el movimiento de los alimentos a lo largo del tracto digestivo, promoviendo así una sensación general de saciedad. A menudo, antes de que llegue la sensación de saciedad, las personas se exceden con los alimentos ricos en grasa, ya que su delicioso sabor les resulta irresistible. De hecho, las mismas cosas que hacen que los alimentos ricos en grasa sean atractivos también los convierten en un obstáculo para mantener una dieta saludable.

Herramientas para el cambio

Hay muchas fuentes de alimentos con omega-3.

Es importante lograr un equilibrio adecuado entre las grasas omega-3 y omega-6 en su dieta. Las investigaciones sugieren que una dieta demasiado rica en grasas omega-6 distorsiona el equilibrio de los agentes proinflamatorios, fomentando la inflamación crónica y causando el potencial de problemas de salud como el asma, la artritis, las alergias o la diabetes. Las grasas omega-6 compiten con las grasas omega-3 por las enzimas y de hecho sustituyen a las grasas omega-3. La dieta occidental típica se caracteriza por un consumo excesivo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-6. Para conseguir un equilibrio adecuado entre ambos, aumente su consumo de grasas omega-3 comiendo más pescado graso u otras fuentes de ácidos grasos omega-3 al menos dos veces por semana.

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