¿Qué es el cáncer de hígado?

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El hígado está compuesto principalmente por células que se llaman hepatocitos. También tiene otros tipos de células, incluyendo células que revisten sus vasos sanguíneos y las células que revisten los conductos pequeños en el hígado que se llaman conductos biliares. Los conductos biliares llevan bilis desde el hígado a la vesícula biliar o directamente a los intestinos.

Usted no puede vivir sin el hígado, ya que realiza muchas funciones importantes:

  • Descompone y almacena muchos de los nutrientes que su intestino absorbe y que su cuerpo necesita para funcionar. Algunos nutrientes tienen que ser transformados (ser metabolizados) en el hígado antes de usarse como fuente de energía o para crear y reparar el tejido.
  • Produce la mayoría de los factores de coagulación que evitan que usted sangre demasiado cuando se corta o se lastima.
  • Segrega bilis a los intestinos para ayudar a absorber los nutrientes (especialmente grasas).
  • Descompone alcohol, medicamentos, y desechos tóxicos en la sangre, que luego salen del cuerpo a través de la orina y las heces fecales

Los diferentes tipos de células del hígado pueden formar varios tipos de tumores malignos (cancerosos) y benignos (no cancerosos). Estos tumores tienen causas diferentes, se tratan de maneras distintas y tienen un pronóstico diferente.

Cáncer de hígado primario

Un cáncer que se origina en el hígado se llama cáncer de hígado primario. Existe más de una clase de cáncer de hígado primario.

Carcinoma hepatocelular (HCC)

El carcinoma hepatocelular (HCC, por sus siglas en inglés) es la forma más común del cáncer de hígado en adultos.

Los cánceres hepatocelulares pueden tener distintos patrones de crecimiento:

  • Algunos comienzan como un tumor único que va creciendo. Sólo cuando la enfermedad es avanzada se propaga a otras partes del hígado.
  • Otros parecen comenzar con múltiples nódulos pequeños a lo largo y ancho del hígado, y no como un tumor solo. Estos se ven con mayor frecuencia en las personas que tienen cirrosis del hígado y es el patrón más común visto en los Estados Unidos.

Los médicos pueden clasificar varios subtipos de HCC. En la mayoría de los casos el subtipo no afecta el tratamiento ni el pronóstico. No obstante, es importante reconocer uno de estos subtipos, el fibrolamelar. Es poco frecuente, ya que constituye menos del 1% de los HCC y se observa con mayor frecuencia en mujeres menores de 35 años. A menudo, el resto del hígado no está afectado. Este subtipo suele tener un mejor pronóstico que otras formas de cáncer hepatocelular.

La mayor parte del contenido restante de este artículo es acerca del carcinoma hepatocelular, al que nos referimos como cáncer de hígado.

Colangiocarcinoma intrahepático (cáncer de conducto biliar)

Alrededor del 10% al 20% de los cánceres originados en el hígado son colangiocarcinomas intrahepáticos. Estos cánceres comienzan en las células que revisten los conductos biliares pequeños (conductos que llevan bilis a la vesícula biliar) dentro del hígado. Sin embargo, la mayoría de los colangiocarcinomas en realidad se originan en los conductos biliares que están fuera del hígado.

Aunque el resto de esta información es principalmente acerca de los cánceres hepatocelulares, el tratamiento de los colangiocarcinomas a menudo es el mismo.

Angiosarcoma y hemangiosarcoma

El angiosarcoma y el hemangiosarcoma son tipos de cáncer poco comunes que se originan en las células que revisten los vasos sanguíneos del hígado. Las personas que han estado expuestas al cloruro de vinilo o al dióxido de torio (Thorotrast) tienen más probabilidad de padecer estos tipos de cáncer (consulte Factores de riesgo para el cáncer de hígado). Se cree que algunos otros casos son causados por la exposición al arsénico o radio, o a una afección hereditaria conocida como hemocromatosis hereditaria. En alrededor de la mitad de todos los casos, no ha podido ser identificada una causa probable.

Estos tumores crecen rápidamente y por lo general, para el momento en que se detectan, se han propagado demasiado como para extirparlos quirúrgicamente. La quimioterapia y la radioterapia pueden ayudar a desacelerar la enfermedad, pero estos cánceres son por lo general muy difíciles de tratar. Estos cánceres se tratan como otros sarcomas. Para más información, consulte Sarcomas de tejidos blandos.

Hepatoblastoma

El hepatoblastoma es un tipo de cáncer de hígado poco común que se origina en niños, generalmente los menores de 4 años de edad. Las células del hepatoblastoma son similares a las células fetales del hígado. Alrededor de dos de cada tres niños con estos tumores son tratados exitosamente con cirugía y quimioterapia, aunque los tumores son más difíciles de tratar si se han propagado fuera del hígado.

Cáncer secundario del hígado (cáncer del hígado metastásico)

La mayoría de las veces en que se detecta el cáncer en el hígado, no comenzó allí, sino que se propagó (hizo metástasis) desde otra parte del cuerpo, como el páncreas, el colon, el estómago, el seno, o el pulmón. Debido a que este cáncer se ha propagado de su localización original (primaria), se llama cáncer de hígado secundario. A estos tumores se les nombra y trata según el lugar primario (donde se originaron). Por ejemplo, el cáncer que comenzó en los pulmones y se propagó al hígado se llama cáncer de pulmón con propagación al hígado, no cáncer de hígado. También se le conoce como cáncer pulmonar.

En los Estados Unidos y Europa, los tumores secundarios del hígado (metastásicos) son más comunes que el cáncer primario del hígado. Lo contrario resulta cierto para muchos lugares de Asia y África.

Para más información sobre metástasis en el hígado a causa de diferentes tipos de cáncer, consulte los tipos específicos de cáncer, así como Cáncer avanzado.

Tumores benignos del hígado

Algunas veces, los tumores benignos crecen tanto como para causar problemas, aunque ellos no invaden los tejidos cercanos ni se propagan a partes distantes del cuerpo. Si requieren tratarse, por lo general el paciente puede curarse con cirugía.

Hemangioma

El tipo más común de tumor benigno del hígado se origina en los vasos sanguíneos y se conoce como hemangioma. La mayoría de los hemangiomas del hígado no produce síntomas y no requiere tratamiento. Sin embargo, algunos pueden sangrar y requerir que se extirpen con cirugía.

Adenoma hepático

El adenoma hepático es un tumor benigno que surge de los hepatocitos (el tipo principal de célula del hígado). La mayoría no causa síntomas y no requiere tratamiento. Sin embargo, algunos causan síntomas, como dolor o una masa (protuberancia) en el abdomen (en el área del estómago), o pérdida de sangre. Debido a que hay un riesgo de que el tumor se reviente (lo que causaría una hemorragia grave) y un riesgo leve de que se convierta en cáncer de hígado en el futuro, la mayoría de los expertos generalmente recomendará extirpar el tumor, si es posible.

El uso de ciertos medicamentos puede aumentar el riesgo de tener estos tumores. Las mujeres tienen una mayor probabilidad de tener uno de estos tumores si toman pastillas anticonceptivas, aunque esta es una complicación que ocurre en pocas ocasiones. Los hombres que usan esteroides anabólicos también pueden padecer estos tumores. Los adenomas pueden reducirse en tamaño cuando se suspenden estos medicamentos.

Hiperplasia nodular focal

La hiperplasia nodular focal (FNH) es un crecimiento compuesto por varios tipos de célula (hepatocitos, células del conducto biliar y células del tejido conectivo) parecido a un tumor. Aunque los tumores FNH son benignos, pueden causar síntomas. Puede ser difícil diferenciarlo de los tumores que realmente son cánceres de hígado. Por lo tanto, los médicos algunas veces extirpan este tumor cuando no hay un diagnóstico claro.

Tanto los FNH como los adenomas hepáticos son más comunes en las mujeres que en los hombres.

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