Acerca del autismo
El autismo es una condición basada en el cerebro – es decir, donde el cerebro no se ha desarrollado de una manera típica.
Aunque no hay dos niños autistas iguales, todos tienen:
- problemas para interactuar y comunicarse con los demás -por ejemplo, puede que no utilicen el contacto visual para llamar la atención de alguien, o pueden confundirse con el lenguaje y tomarse las cosas al pie de la letra
- intereses estrechos -por ejemplo, pueden coleccionar sólo palos o jugar sólo con coches
- comportamiento repetitivo – por ejemplo, pueden hacer ruidos repetitivos como gruñidos, carraspeos o chillidos, o hacer cosas como pulsar un interruptor de la luz repetidamente.
Además, los niños autistas suelen ser poco o demasiado sensibles al gusto, al tacto, a la vista y a los sonidos. Por ejemplo, es posible que se alteren fácilmente con ciertos sonidos, o que sólo coman alimentos con una textura determinada, o que busquen objetos que vibren, como la lavadora, o que agiten los dedos al lado de los ojos para ver el parpadeo de la luz.
raisingchildren.net.au utiliza el lenguaje «primero la identidad» para hablar del autismo, en lugar del lenguaje «primero la persona». Esto implica referirse a «niños autistas», por ejemplo, en lugar de «niños con autismo». Muchos autistas prefieren este enfoque. Estamos haciendo este cambio con el tiempo, por lo que todavía verá algunos artículos que utilizan un enfoque diferente.
¿Qué causa el autismo?
No sabemos exactamente qué causa el autismo.
En los niños autistas, puede haber un sobrecrecimiento cerebral temprano. Esto significa que el cerebro crece más rápido que la media, de modo que las diferentes partes del cerebro no se comunican entre sí de forma típica.
La evidencia también sugiere con fuerza una base genética para el autismo. Pero es poco probable que un gen específico sea el responsable del autismo. Es más probable que varios genes se combinen y actúen juntos. Los investigadores han encontrado muchos genes posibles que podrían desempeñar un papel en el desarrollo del autismo.
Las influencias genéticas pueden ser heredadas y las familias que ya tienen hijos autistas tienen una mayor probabilidad de tener otro hijo autista. Pero las influencias genéticas también pueden producirse de forma espontánea. Así, para algunas familias, el autismo parece «venir de familia», pero para otras, aparece de la nada.
No hay una respuesta única a la pregunta de qué causa el autismo. Pero está claro que lo que los padres hacen o dejan de hacer no causa el autismo en los niños.
Autismo: signos
Es común ver los primeros signos de autismo en los dos primeros años de un niño. Y en estos años, es especialmente importante observar el desarrollo de la comunicación social de los niños.
Por ejemplo, en el primer año de vida, los padres de los bebés a los que luego se les diagnostica autismo notan la falta de interés de su hijo por otras personas. Muchos de estos bebés no establecen contacto visual con sus padres mientras los tienen en brazos o durante el cambio de pañales. La falta de otros comportamientos, como la sonrisa y los gestos, también es un signo de que el niño no se está desarrollando de forma típica.
En los dos primeros años, otros signos pueden ser que el niño no responda a su nombre o que se concentre de forma limitada en actividades como poner los juguetes en fila.
Los signos de autismo se hacen más evidentes en los años en los que el niño empieza a hablar y a jugar con otros niños. Los niños autistas pueden no estar interesados en jugar con otros niños, o pueden hablar de una manera inusual – por ejemplo, en un tono monótono.
Los signos de autismo en los niños mayores y los adolescentes pueden ser notables cuando los niños tienen dificultades para adaptarse a nuevas situaciones sociales en el entorno escolar – por ejemplo, permanecer en la tarea, entender y seguir las instrucciones, hacer amigos, y tener intereses apropiados para su edad.
Diagnóstico del autismo
El autismo puede diagnosticarse a partir de los dos años de edad.
El diagnóstico suele implicar a muchos especialistas y profesionales que examinan y evalúan a un niño, lo que se denomina evaluación multidisciplinar.
Un equipo multidisciplinar suele incluir a un pediatra o psiquiatra infantil, un psicólogo y un logopeda. También puede incluir a otros profesionales, como un terapeuta ocupacional.
No existe una prueba única para el autismo. En su lugar, el diagnóstico se basa en:
- observar cómo juegan e interactúan los niños con los demás, es decir, cómo se desarrollan los niños ahora
- entrevistar a los padres
- revisar el historial de desarrollo de los niños, es decir, cómo se han desarrollado los niños en el pasado.
Los niños recibirán un diagnóstico de «trastorno del espectro autista» y una descripción de la gravedad de sus síntomas y la cantidad de apoyo que necesitan. Los profesionales de la salud también evaluarán las capacidades lingüísticas y cognitivas de los niños.
Los niños que sólo muestren dificultades en la comunicación social pueden ser diagnosticados de trastorno de la comunicación social, en lugar de trastorno del espectro autista.
Preocupado por el desarrollo de su hijo: qué hacer
Si le preocupa el desarrollo de su hijo, hable con su enfermera de salud infantil y familiar o con su médico de cabecera sobre una evaluación del desarrollo. Obtener una evaluación y un diagnóstico es el primer paso para ayudar a su hijo y conseguir servicios y programas adecuados a sus necesidades.
Es importante obtener ayuda y apoyo lo antes posible. Cuanto antes reciban los niños los servicios de intervención temprana, más eficaces pueden ser estos servicios.