ASPCA Consejos para manejar una emergencia por envenenamiento

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Consejos de la ASPCA para manejar una emergencia por envenenamiento

Jill A. Richardson, DVM,
Christine Allen, CVT
Centro de Control de Envenenamiento Animal de la ASPCA
http:www.apcc.aspca.org

Evaluar

Evaluar el estado del animal.

¿Tiene el animal convulsiones? ¿Respira el animal? ¿Cuál es el ritmo cardíaco del animal? ¿De qué color son las membranas mucosas del animal? ¿Está el animal en estado de shock? ¿Cuál es la temperatura corporal central? ¿Hay indicios de hemorragia?

¿Cuál es la historia básica de la exposición? ¿Cuál es el tóxico? ¿Cuánto tiempo hace que se produjo la exposición? ¿Qué edad tiene el animal? ¿Cuánto pesa? Averigüe esta información general de triaje para estar seguro de que se pueden tomar las medidas adecuadas para la estabilización y el tratamiento. Una vez que el animal esté estable, debe obtenerse una historia clínica más exhaustiva que incluya los antecedentes médicos completos del animal, la información exacta del tóxico (incluyendo la marca, el nombre genérico (especialmente si se trata de un medicamento) y los ingredientes activos.

También debe obtenerse un historial más completo de la exposición, incluyendo el tiempo de exposición, la cantidad de tóxico a la que estuvo expuesto el animal y por qué vía estuvo expuesto (oral, dérmica, etc.) Lo ideal sería que un miembro del personal de apoyo tomara el historial del propietario y llamara por teléfono al APCC lo antes posible mientras el animal está siendo tratado.

ESTABILIZACIÓN

La estabilización es una prioridad – ¡Trate al paciente, no al veneno!

Siga el ABC – Vía aérea, respiración y circulación. Esté preparado para intubar al animal en cuanto se presente. Esto no sólo asegurará una vía aérea, sino que también ayudará a prevenir la aspiración en caso de que sea necesario un lavado gástrico. Esto puede o no ser necesario en todos los casos, pero la preparación es la clave. Tenga a mano oxígeno y una bolsa AMBU por si son necesarios. Es mejor intentar insertar un catéter intravenoso en el momento de la presentación para permitir el acceso para la administración de medicamentos y fluidos. Una vez colocado el catéter, extraiga sangre (lo ideal es un tubo de 3 cc con EDTA y dos tubos de suero) para cualquier prueba diagnóstica que se realice posteriormente. Si es posible, estas muestras deben tomarse antes de administrar cualquier otro medicamento.

Monitoree al animal para detectar cualquier anormalidad cardiovascular. Puede recomendarse la administración de atropina a una dosis de 0,02-0,04 mg/kg I.V. (Plumb, 3ª ed.) para corregir la bradicardia. El propranolol es el fármaco de elección para tratar la taquicardia, administrado por vía intravenosa lenta a una dosis de 0,02-0,06 mg/kg en perros y 0,04 mg/kg en gatos (Plumb, 3ª ed.). Estos fármacos, así como los protocolos detallados para su administración (en caso de que un veterinario no esté fácilmente disponible), deben ser fácilmente accesibles en un carro de paradas.

Controlar las convulsiones. Si un animal tiene convulsiones cuando se presenta, el control de las convulsiones es una prioridad absoluta. Los fármacos que hay que tener a mano para este fin son el diazepam, los barbitúricos, el metocarbamol (Robaxinâ) o los anestésicos inhalados como el isoflurano o el halotano. Puede ser necesario enmascarar al animal para controlar las convulsiones. Las dosis específicas de estos fármacos van a muy dependiendo del agente implicado.

PREVENCIÓN DE LA ABSORCIÓN DE TÓXICOS

Realice el/los método/s apropiado/s de descontaminación. El método depende en gran medida del agente implicado y del estado del animal en el momento de la presentación. Entraremos en gran detalle sobre esto más adelante en la presentación.

Señales de control

Administrar el «antídoto» específico, si procede. En este momento deben administrarse antivenenos o antitoxinas. Tenga en cuenta que en la mayoría de los casos NO existe un antídoto específico. Recuerde, TRATE AL ANIMAL, NO AL VENENO. Pueden ser necesarias medidas preventivas como la protección gástrica o los antibióticos. Administre los líquidos adecuados para corregir el equilibrio ácido-base, la hidratación y los desequilibrios electrolíticos. Los dos fluidos más utilizados son la Solución de Ringers Lactato y el suero salino normal debido a su versatilidad y disponibilidad. La vía intravenosa es la preferida para la administración de fluidos, debido a la rapidez del suministro.

Soporte ancilar

Una vez que el animal está estable, es el momento de evaluar el daño. Deben realizarse procedimientos auxiliares para prevenir el daño del tóxico. Deben monitorizarse los sistemas que probablemente se vean afectados por el tóxico. Pueden ser necesarios paneles químicos séricos completos, paneles de coagulación o pruebas de diagnóstico. Deben administrarse cuidados de apoyo apropiados hasta que el animal se recupere completamente.

Prevención de la absorción del tóxico

Exposiciones externas

Irrigación ocular

Con cualquier exposición ocular, los ojos deben lavarse repetidamente con agua o soluciones salinas durante un mínimo de 20-30 minutos. Sólo debe utilizarse solución salina normal o agua destilada tibia, no soluciones de contacto, ya que pueden contener agentes limpiadores. Una jeringa grande (60 cc) es ideal para lavar los ojos. Recuerde siempre que debe enjuagar los ojos desde la esquina interior hacia fuera para que no se contamine el ojo contrario. Tras el lavado, los ojos deben tratarse con pomadas lubricantes (no medicinales) y examinarse para detectar daños en la córnea. Hay que vigilar los ojos para detectar un enrojecimiento excesivo, lagrimeo o dolor. Pueden ser necesarios exámenes de seguimiento para establecer el nivel de daño corneal.

Baño

El animal debe ser bañado con un detergente lavavajillas suave a mano (NO CON DETERGENTES DE LAVADO AUTOMÁTICO). Puede ser necesario repetir los baños para eliminar completamente el tóxico. Después, el animal debe aclararse bien con agua tibia. Hay que tener mucho cuidado al bañar a los animales muy jóvenes o debilitados para mantener una temperatura corporal normal. El animal debe secarse con una toalla, no con un secador, para evitar que se enfríe.

Ingestión oral

Dilución

Se recomienda la dilución con leche o agua en combinación con demulcentes en casos de ingestión corrosiva. Un demulcente es un agente que recubre o alivia el estómago. Ejemplos de demulcentes serían Kaeopectateâ, Mylantaâ, o leche de magnesia. Una dosis de 1-3mg/lb es una dosis sugerida.

Emesis

La emesis (vómito) es más productiva si se realiza dentro de las 2-3 horas posteriores a la ingestión. Alimentar al animal con una pequeña comida húmeda antes de inducir el vómito puede aumentar las posibilidades de una emesis adecuada. La emesis generalmente vacía el 40-60% del contenido del estómago y se supone que es más beneficiosa que los lavados gástricos. Los perros, gatos, hurones y cerdos barrigones son ejemplos de animales domésticos que pueden vomitar. Los cosméticos no deben utilizarse en roedores, conejos, aves, caballos y rumiantes.

La emesis está contraindicada con la ingestión de álcalis, ácidos, agentes corrosivos o hidrocarburos debido al riesgo de quemaduras químicas o aspiración. El estado preexistente del animal también determina la indicación del uso de un emético. No se debe inducir la emesis en casa en un animal que tenga antecedentes de epilepsia, enfermedad cardiovascular o esté debilitado. Se recomienda la supervisión del veterinario en estas situaciones. Los antecedentes recientes de cirugía abdominal o la posibilidad de una torsión gástrica son otros factores que podrían hacer de la emesis una contraindicación. Puede ser más seguro, dependiendo de la situación, inducir el vómito en razas braquicéfalas (de nariz corta) en el hospital veterinario que en casa, debido al riesgo de aspiración. No debe intentarse la emesis si el animal ya ha vomitado o presenta signos clínicos.

Algunos medicamentos pueden tener efectos antieméticos. Ejemplos de estos fármacos son las fenotiazinas, los antihistamínicos, los barbitúricos, los narcóticos, los antidepresivos y la marihuana. Es importante, al realizar el historial, averiguar si el animal ha estado tomando estos u otros medicamentos.

Agentes eméticos

El peróxido de hidrógeno al tres por ciento es un emético eficaz para el perro, el cerdo, el hurón y el gato. No induce emesis en roedores, conejos, aves, caballos o rumiantes. La dosis es de 1 cucharadita por cada 5 libras, sin exceder de 3 cucharadas. Debe administrarse sin diluir, sin mezclar con el agua o la comida. Sin embargo, es útil dar una pequeña comida húmeda, ya sea comida enlatada o una rebanada de pan antes de inducir el vómito, ya que hace que la emesis sea más productiva al dar al tóxico algo a lo que adherirse. Las jeringuillas de bulbo, las jeringuillas de alimentación o los bastidores de pavo ayudan a la administración. El peróxido de hidrógeno provoca el vómito por una leve irritación gástrica. El vómito suele producirse en cuestión de minutos y puede repetirse una vez si no se consigue inicialmente provocar la emesis.

El jarabe de ipecacuana actúa provocando una irritación gástrica y también estimula el sistema nervioso central para inducir el vómito. En perros, se administran 2,2 ml/kg (sin superar los 30 ml) por vía oral. En los gatos, 3,3 ml/kg deben diluirse 1:1 y administrarse por sonda nasogástrica. El jarabe de ipecacuana no debe administrarse a los gatos en casa. El jarabe sólo debe utilizarse una vez porque las dosis repetidas tienen el potencial de ser cardiotóxicas. Nunca se debe utilizar el extracto fluido de ipecacuana porque es unas 14 veces más cardiotóxico que el jarabe. El extracto fluido de ipecacuana ya no está disponible comercialmente en los Estados Unidos.

El clorhidrato de apomorfina debe utilizarse con precaución en los gatos. Muchos clínicos lo consideran el emético de elección en perros. La apomorfina puede administrarse por vía parenteral o por vía tópica en el ojo. La dosis recomendada es de 0,04mg/kg por vía intravenosa o conjuntival. Cuando se administra por vía intravenosa en perros, la emesis se produce muy rápidamente. La administración tópica en el saco conjuntival suele ser eficaz. La apomorfina es un emético de acción central, lo que significa que estimula los receptores del sistema nervioso central para provocar el vómito. Con la apomorfina pueden observarse efectos secundarios como depresión del SNC y respiratoria, ataxia, excitación y vómitos prolongados, pero son más frecuentes tras su uso por vía intravenosa. Cuando se observan efectos secundarios graves, la apomorfina puede revertirse con Naloxona (0,04mg/kg IV, SQ e IM.)

La xilacina es un agonista alfa 2 adrenérgico, que puede causar emesis en perros y gatos. La xilacina puede causar bradicardia, hipotensión, reducción de la frecuencia respiratoria y depresión del SNC. Los efectos secundarios de la xilacina suelen ser mayores que los beneficios de su uso como emético. La dosis para gatos es de 0,44 mg/kg IM, mientras que la dosis para perros es de 1,1mg/kg SQ o IM. La xilacina puede revertirse con yohimbina a una dosis de 0,1 mg/kg IV.

Carbón activado

El carbón activado adsorbe un producto químico o tóxico y facilita su excreción a través de las heces. Básicamente actúa como un imán, atrayendo y reteniendo el tóxico en su superficie para que pase por el tracto gastrointestinal sin ser absorbido por el organismo. Se administra cuando un animal ingiere venenos orgánicos, productos químicos o toxinas bacterianas o si puede producirse la recirculación enterohepática de los tóxicos metabolizados. La recirculación enterohepática se produce con algunos compuestos que se metabolizan en el hígado. Los metabolitos se vacían en la bilis y se reabsorben en los intestinos, lo que permitiría un efecto farmacológico persistente. La dosis recomendada de carbón activado para todas las especies de animales es de 1-3 gm/kg de peso corporal. Pueden estar indicadas dosis repetidas de carbón activado cada 4-8 horas a la mitad de la dosis original cuando se produce recirculación enterohepática.

El carbón activado puede administrarse por vía oral con una jeringa grande o con una sonda gástrica. En animales sintomáticos o poco cooperativos, puede ser necesaria la anestesia. Debe utilizarse un tubo endotraqueal con manguito en el animal sedado o clínicamente deprimido para evitar la aspiración.

El carbón activado no debe administrarse a animales que hayan ingerido materiales cáusticos. Estos materiales no se absorben sistémicamente, y el carbón vegetal puede dificultar la visualización de las quemaduras orales y esofágicas. Otras sustancias químicas que no son absorbidas eficazmente por el carbón activado son el etanol, el metanol, los fertilizantes, el flúor, los destilados del petróleo, la mayoría de los metales pesados, los yoduros, el nitrato, los nitritos, el cloruro de sodio y el clorato.

Catárticos

Los catárticos mejoran la eliminación del carbón activado. Sin los catárticos, el tóxico unido por el carbón puede liberarse y reabsorberse eventualmente. Los catárticos no deben utilizarse si el animal tiene diarrea o está deshidratado.

Los catárticos salinos como el sulfato de sodio (sal de Glauber) o el sulfato de magnesio (sal de Epsom) deben añadirse a una dosis de 250 mg/kg. El magnesio puede causar depresión y debilidad muscular y no debe utilizarse en animales con función renal comprometida.

El sorbitol es un catártico osmótico que puede utilizarse con seguridad a una dosis de 3 ml/kg con la administración repetida de carbón. Algunas soluciones premezcladas de carbón activado tienen sorbitol añadido. Tiene un sabor dulce que a veces atrae al animal a beberlo.

Los catárticos a granel están indicados en el caso de que se ingieran productos voluminosos o agentes físicos y se necesite ayudar a su eliminación. El psilio puede administrarse en ½-1 cucharadita cada 12-24 horas. También puede utilizarse fibra de salvado o fibra vegetal (calabaza, boniato).

Los enemas

Son útiles cuando se desea eliminar tóxicos del tracto gastrointestinal inferior. El carbón activado puede utilizarse en la solución de enema para ayudar a adsorber el tóxico. Las soluciones de enema premezcladas para humanos están contraindicadas en animales pequeños debido al potencial desequilibrio electrolítico/ácido-base. La técnica general es utilizar agua tibia simple o agua tibia jabonosa.

Lavado gástrico

El lavado gástrico no debe realizarse en casos de ingestión de cáusticos o destilados de petróleo. Debe aplicarse anestesia general cuando se realice un lavado. El tipo de tóxico implicado en la exposición debe considerarse siempre al elegir un agente anestésico. El isoflurano es el agente anestésico óptimo, pero el diazepam o un barbitúrico de acción corta pueden ser apropiados.

Lavado enterogástrico

Puede ser necesario cuando se han producido exposiciones orales potencialmente letales. Ejemplos de agentes en los que puede estar indicado el lavado enterogástrico serían la estricnina, el metaldehído, los antidepresivos tricíclicos, el 5-fluorouracilo y la isoniazida. El lavado gástrico debe realizarse antes de intentar el lavado enterogástrico. La sonda gástrica se deja colocada después del lavado gástrico. Se realiza un enema para eliminar los trozos grandes de materia fecal del colon y de la parte superior del intestino grueso. Con la sonda de enema todavía colocada, se aplica presión digital en el orificio rectal para formar un sello. A continuación, se conecta el extremo distal del tubo a un grifo de agua. Se debe dejar que el agua a temperatura corporal llene lentamente el tracto intestinal hasta que fluya desde el tubo del estómago. El proceso debe continuar hasta que el líquido sea transparente. ESTO SÓLO DEBE REALIZARSE BAJO LA SUPERVISIÓN DIRECTA DE UN VETERINARIO. Una dosis preanestésica de atropina (0.02 mg/kg), a menos que esté contraindicado, para relajar el músculo liso del tracto gastrointestinal y evitar la distensión abdominal. Las complicaciones del procedimiento incluyen la ruptura intestinal y una posible gastroenteritis.

Lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer en la descontaminación

Haga

Trate al paciente, no al veneno.
Estabilice al animal antes de intentar los procedimientos de descontaminación.
Obtenga el historial completo del animal y los datos de la exposición.
Tenga a mano en su clínica el número de teléfono de la ASPCA APCC.
1-888-4ANI-HELP

No

Bañe a un animal con convulsiones. (Estabilice siempre al animal primero.)
Utilice la sal como agente emético.
Induce la emesis en un animal convulsivo, extremadamente estimulado o hiperactivo.
Induce la emesis en un animal que vomita.
Induce la emesis en un paciente gravemente letárgico, comatoso o debilitado.
Induce la emesis en un animal que ha tenido una cirugía abdominal reciente.
Induce la emesis en un animal que tiene un megaesófago.
Induce la emesis con una ingestión corrosiva.
Induce la emesis con la ingestión de hidrocarburos/destilados del petróleo. (En la mayoría de los casos)
Inducir el vómito en un pájaro, conejo, rata, caballo o rumiante.
Utilizar apomorfina como agente emético en el gato. (Esto es controvertido.)
Administrar xilacina o apomorfina como emético en un animal deprimido.
Administrar carbón activado para la mayoría de los metales pesados, corrosivos o destilados del petróleo.
Administrar carbón activado a un animal que vomita.
Administrar carbón activado a un animal en íleo o con una obstrucción gástrica.
Administrar un catártico a un animal deshidratado o con diarrea.
Utilizar un catártico de sulfato de magnesio en un animal con compromiso renal.
Utilizar soluciones de enema premezcladas como soluciones de fosfato hipertónicas.
Realizar un lavado gástrico sin utilizar un tubo endotraqueal con manguito.

Fármacos de uso común en toxicología

Fármacos utilizados para la descontaminación

Peróxido de hidrógeno
Sirope de Ipecac
Apomorfina (sólo en perros)
Xilazina (Rompun ®)
Carbón activado (Liqui Char Vet ®)
Catárticos (Sorbitol, Sulfato de magnesio, Sulfato de sodio)

Fármacos utilizados para controlar los temblores o las convulsiones

Diazepam (Valium ®)
Barbitúricos (Pentobarbital/Fenobarbital)
Metocarbamol (Robaxin ®)
Anestésicos inhalantes

Medicamentos varios

Clorhidrato de yohimbina
Piridoxina
Flumazenil (Romazicon®)
N-acetilcisteína (Mucomyst ®)
Naloxona (Narcan®)
Digibind ®
Propranolol (Inderal ®)
Metoprolol (Lopressor®)
Atropina
2-PAM, cloruro de pralidoxima (Protopam®)
Fenotiazinas (Clorpromazina/Acepromazina)
Azul de metileno
Vitamina K1
4 MP, fomepizol (Antizole-Vet ®)
Etanol
Pamidronato
Calcitonina
Bicarbonato de sodio
Colestiramina
Protectores gastrointestinales (misoprostol, carafato, bloqueadores H2)
Fisostigmina
Vitamina C
Gluconato de calcio
Furosemida
Cloruro de amonio

Celadores

Succimer (Chemet ®) Plomo, Arsénico, Mercurio
Mesilato de deferoxamina (Desferal ®) Hierro
Calcio EDTA Plomo
D- penicilamina Mercurio y Plomo
BAL in Oil ® (Anti-Lewisite británico o dimercaprol) Plomo, Arsénico, Mercurio

Varios

EGT- Kit de prueba de etilenglicol
1-800-874-9764

*** La información anterior es una lista parcial de medicamentos utilizados en toxicología veterinaria. Tenga en cuenta que esta lista no es exhaustiva.

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