Dinamometría isocinética: implicaciones para la prueba muscular y la rehabilitación

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El ejercicio isocinético se ha convertido en una modalidad cada vez más popular en la medicina de rehabilitación durante la última década. La facilidad con la que los dinamómetros isocinéticos proporcionan información sobre las contracciones musculares dinámicas ha sido, sin duda, un factor importante en esta popularidad. Los dinamómetros isocinéticos son dispositivos pasivos que resisten las fuerzas aplicadas y controlan la velocidad del ejercicio a un ritmo predeterminado. Por lo general, estos dinamómetros proporcionan un registro de la fuerza aplicada a lo largo de un rango de movimiento articular. Algunas de las ventajas postuladas del ejercicio isocinético son la seguridad, la resistencia acomodaticia y la facilidad para el análisis de la fuerza muscular. A pesar de las ventajas que proporciona la dinamometría isocinética, hay una serie de consideraciones que son importantes en la interpretación de los registros de fuerza. Aunque el término «isocinética» generalmente denota un tipo de contracción muscular que acompaña a un ritmo constante de movimiento de las extremidades, en el contexto del ejercicio isocinético existen períodos de aceleración y desaceleración. Los periodos de aceleración y posterior oscilación y desaceleración del ejercicio «isocinético» limitan la duración del periodo de velocidad constante en los ejercicios con dinamometría isocinética. Los artefactos de impacto en los registros de par son el resultado de la conformidad del sistema de dinamometría a medida que ajusta el miembro acelerador a la velocidad actual. La posición en la que se produce el par máximo en un rango articular varía con la velocidad de movimiento. Por lo tanto, debe realizarse un análisis de los valores máximos en ángulos articulares específicos a través de las velocidades, además de los valores máximos generados a lo largo de un rango articular. La forma de la curva isocinética fuerza-velocidad difiere de la curva clásica derivada de las muestras musculares preparadas. A medida que la velocidad se aproxima a cero, la fuerza muscular isocinética tiende a aumentar de forma mucho menos pronunciada que la de la curva in vitro. Dado que las mediciones de la fuerza o la velocidad máximas absolutas están sujetas a limitaciones en los estudios en humanos, no se justifica la comparación directa de las curvas de fuerza-velocidad in vivo con las in vitro. La inhibición neuronal de la fuerza generada en el músculo intacto a medida que aumenta la tensión se ha postulado como un posible mecanismo que retrasa la curva de fuerza a velocidades lentas. La fiabilidad de determinados tipos de dinamómetros isocinéticos parece ser bastante elevada cuando se realizan análisis test-retest con pesos inertes. En este momento sigue siendo cuestionable si el calentamiento submáximo o máximo es esencial para garantizar la estabilidad de las medidas. Parece prudente recomendar calentamientos submáximos antes de las pruebas máximas para reducir la posibilidad de que se produzcan tensiones musculares.(RESUMEN TRUNCADO A 400 PALABRAS)

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