Dolor abdominal en el embarazo: ¿cuándo preocuparse?

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Los dolores en el abdomen sin relación alguna con la menstruación ni con el embarazo pueden tener muchas causas, en función del tipo de dolor: pueden ser espasmódicos, punzantes o agudos, y aparecer en reposo o en movimiento.

También hay otros factores, como el estado general de salud o la fiebre, que pueden ofrecer indicios diagnósticos. Los dolores abdominales fuertes pueden indicar inflamación, pero también un quiste reventado. Los cálculos renales y de vesícula se caracterizan asimismo al principio por un dolor en el abdomen, pero puede tratarse de muchas otras enfermedades.

Aparte del dolor menstrual, las causas ginecológicas típicas del dolor abdominal son: inflamaciones de los órganos genitales internos (útero, trompa de Falopio y ovarios), clamidia, endometriosis (aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero), cambios de posición del útero, cicatrices, miomas y otros tumores, tanto benignos como malignos.

Sin embargo, sentir dolor en el abdomen no necesariamente indica que estés sufriendo cualquiera de estos trastornos. Como veremos a continuación, puede ser dolor menstrual e incluso también los factores psicosomáticos pueden desempeñar un papel en estas molestias.

Como regla general, cuando tengas dolor o hemorragias fuertes o en aumento fuera de la menstruación, así como fiebre, acude al médico lo antes posible para descartar enfermedades y complicaciones graves. ¡Más vale prevenir que curar!

Molestias abdominales causadas por la menstruación y el periodo

Sobre todo las mujeres jóvenes, aunque también las más mayores, sufren dolor menstrual intenso los primeros años después de la aparición de la regla, que pueden llegar a causar calambres parecidos a los cólicos. Durante este periodo, los órganos genitales de la mujer aún se están adaptando a los requisitos hormonales y musculares del ciclo femenino, lo cual provoca dolor abdominal y otras molestias.

El llamado dolor intermenstrual anuncia la ovulación, es decir, aparece en medio del ciclo menstrual en el lado del ovario que está activo en ese momento. Algunas mujeres ni siquiera lo notan o solo sienten un pequeño pinchazo, mientras que otras sufren dolores espasmódicos que, no obstante, desaparecen rápidamente.

Con la edad y, sobre todo, después del primer embarazo, estas molestias suelen disminuir, aunque no siempre es el caso. Los médicos lo atribuyen, entre otras cosas, a una desensibilización progresiva de los nervios del útero de cara a los dolores provocados por el periodo. Otras mujeres siguen sufriendo los dolores menstruales hasta la aparición de la menopausia.

¿Puede ser el dolor en el abdomen un indicio de embarazo?

El dolor en el abdomen es un signo más bien poco específico del embarazo. Las mujeres que desean tener un bebé pueden sentir con gran precisión, en los últimos días y semanas, que algo ha cambiado en su cuerpo e interpretar estas señales correctamente a la primera, quizás en combinación con un cansancio repentino y cambios en los senos y en el sentido del gusto, o bien con los primeros antojos.

Otras atribuyen estas molestias en el abdomen a un indicio del próximo periodo y no piensan en el embarazo hasta que tienen una falta. Por tanto, el dolor en el abdomen no siempre es un indicio de embarazo fiable; lo mejor es consultar con un ginecólogo en el caso de que pienses que puedes estar embarazada.

¿Es normal sentir dolor en el abdomen durante el embarazo?

Si de verdad hay un bebé en camino, las molestias en el abdomen pueden empezar a ser realmente intensas en las semanas siguientes, es decir, en la fase inicial del embarazo. La causa es el crecimiento del útero, que pone a prueba cada vez más los llamados ligamentos redondos del útero, pero también toda la expansión del tejido provocada por las hormonas puede causar síntomas de dolor abdominal.

Los ligamentos redondos del útero están compuestos por tejido conjuntivo y musculatura lisa, y pasan por los dos lados del útero hasta la pared pélvica, para después llegar hasta la vulva. Su cometido es mantener el útero en una posición erguida y estable. El dolor en estos ligamentos acompañará a la embarazada durante las semanas de embarazo hasta el parto: a causa del crecimiento del útero y del bebé, aumenta continuamente a lo largo del embarazo y los movimientos del bebé también son un «factor de carga» en este aspecto. Además, la dilatación de los músculos uterinos puede provocar de vez en cuando una sensación de tirón.

Por tanto, sentir dolor abdominal leve y regular es normal durante las semanas de embarazo y, en general, no constituye un indicio de problemas de salud.

Cómo aliviar el dolor abdominal en el embarazo

Cada embarazada siente el dolor abdominal a su manera. Algunas mujeres apenas lo notan o solo raras veces, mientras que para otras puede ser muy doloroso. El desgaste físico y las vueltas durante el sueño pueden intensificarlo aún más.

Las comadronas y los médicos recomiendan evitar al máximo las actividades físicas intensas desde el principio del embarazo, lo que no se contradice en absoluto con un deporte de mantenimiento suave. Cuando el dolor abdominal es muy fuerte e incómodo, hacer descansos en la actividad física ayuda que sea más llevadero.

Muchas mujeres se relajan mucho con masajes en el vientre mediante aceites o lociones para mamás. También el calor (con bolsas térmicas, almohadas eléctricas o baños calientes) puede aliviar estos dolores rápidamente, así como encontrar una postura confortable gracias a los cojines de embarazo y lactancia. En la última fase del embarazo pueden resultar útiles las fajas o bandas de embarazo, ya que descargan los ligamentos del útero de forma efectiva. Sin embargo, dado que dificultan un poco la circulación sanguínea, es mejor usarlas solo durante el día. Si el dolor es muy intenso, un remedio eficaz son las compresas de aceite en la región inguinal.

Cuándo acudir al médico en caso de dolor abdominal

Si el dolor abdominal en el embarazo dura mucho, se intensifica o se acompaña de calambres, fiebre, diarrea, vómitos, hemorragias o contracciones uterinas, es necesario acudir al médico de inmediato. Con molestias muy intensas también es aconsejable ir a urgencias si no es posible conseguir una cita pronto.

Detrás de estos síntomas pueden esconderse enfermedades graves, que no solo podrían ser peligrosas para la madre, sino también para el bebé. Además, las contracciones prematuras o un aborto espontáneo se pueden manifestar con un dolor abdominal punzante, aunque suele ir acompañado de hemorragias.

El dolor abdominal constante sin presencia de menstruación y otros signos físicos de embarazo sin un embrión detectable en la ecografía también constituyen una señal de alarma. Detrás de estos síntomas se puede esconder un embarazo extrauterino (asentado fuera del útero), que suele tener lugar en la trompa de Falopio y que puede provocar complicaciones graves o incluso mortales. Pero la causa también puede ser un apéndice inflamado, es decir, una apendicitis.

Una «falsa alarma» no constituye un problema

Ningún médico o comadrona te reprenderá en caso de que acudas a consulta o urgencias por una «falsa alarma» a causa de un dolor abdominal durante el embarazo; en cambio, la reticencia a acudir al médico por temor a molestar puede provocar complicaciones graves. Especialmente las primerizas deben ganar confianza para entender correctamente las señales que les envía su cuerpo.

Si no existen razones médicas serias para una situación de dolor y los síntomas que lo acompañan, los exámenes y, sobre todo, las conversaciones aclaratorias con la comadrona o el médico resultan de ayuda para disipar los miedos de las gestantes.

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