Hoy en 1922 nació el Estado Libre de Irlanda

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El 7 de enero de 1922, el Dáil aprobó el Tratado Anglo-Irlandés por 64 votos a 57. Como resultado del Saorstát Éireann, nació el Estado Libre de Irlanda.

Lo que debería haber sido un motivo de celebración fue todo menos eso. Hubo acusaciones y recriminaciones en ambos lados del debate. El país estaba dividido -República frente a Estado Libre- y así seguiría siendo durante el resto del siglo.

Las dos personalidades dominantes -Eamon de Valera y Michael Collins- concretarían su política en este periodo. Habían estado dando vueltas cautelosamente desde que se convocó la Tregua en julio y continuarían su danza de sospechas. Para comprender plenamente lo que había sucedido en la política irlandesa en los seis meses entre julio de 1921 y enero de 1922, y luego hasta junio de 1922, es útil observar el marco temporal histórico:

El 11 de julio de 1921, el rey Jorge V negocia una tregua entre las fuerzas irlandesas y británicas en guerra. De Valera y Lloyd George se entrevistaron personalmente y se le dijo a de Valera en términos inequívocos que no llevaría una República de 32 condados a Dublín. Esto colocó a de Valera en un dilema muy duro, de todo o nada. Las negociaciones completas se fijaron para el otoño y de Valera -sin Eamon de Valera- se vio obligado a presentar un equipo para enfrentarse a gente como Lloyd George, Winston Churchill y Lord Birkenhead. Es el primer indicio de que el país naciente ya está mostrando grietas en sus nuevos cimientos.

Eamon de Valera.

El 11 de octubre -el 6 de diciembre de 1921- la delegación irlandesa, ya fracturada, llega a Londres para las negociaciones. Arthur Griffith y los otros plenipotenciarios -Robert Barton, Eamonn Duggan y George Gavan Duffy- llegan en grupo y viven y trabajan en la misma casa. Michael Collins, sin embargo, llega solo, alquila una casa separada y trae su propio personal de Dublín, muchos de ellos veteranos de su operación de recogida de información en Crow Street.

Collins estaba paranoico y tenía derecho a estarlo. Por derecho, Eamon de Valera, como presidente del Dáil Éireann, debería encabezar la delegación. Pero de Valera se encontraba, políticamente hablando, entre la espada y la pared. Sabía, por sus conversaciones con Lloyd George durante el verano, que una República de 32 condados era imposible, así que tuvo que caminar por la fina línea entre los republicanos más duros y los que estaban en Londres intentando negociar un Tratado. De Valera puso todas las excusas que pudo para evitar encabezar la delegación, evitando así asumir la culpa del establecimiento de un Estado Libre y no de una República.

Es interesante ver la opinión de Collins sobre las excusas de Dev. En Michael Collins Own Story de Hayden Talbot -que se cree que es la autobiografía inacabada de Collins- éste hablaba de las razones de la ausencia de De Valera: «De Valera no quiso encabezar la delegación que fue a Londres. Todos los miembros del Gabinete y todos los Teachtae del Dáil Éireann querían que dirigiera las negociaciones del Tratado, y muchos de nosotros le rogamos que no se quedara atrás. Pero él era inamovible. La razón que dio fue doble. En primer lugar, dijo que estaba por debajo de su dignidad, como Presidente de la República Irlandesa, abandonar su país; y, en segundo lugar, no podía permitirse el lujo de ponerse en una posición en la que pudiera causar un daño irreparable a su nación por una palabra casual en la mesa de conferencias. Insistió en que su valor para el pueblo irlandés sería mayor permaneciendo en Dublín, y desde esa distancia guiándonos en nuestra tarea».

En la mente paranoica de Collins también estaban sus sospechas de que Erskine Childers, el secretario de la delegación, era un espía de de Valera -si no un doble agente británico- y también algo que de Valera murmuró antes de hacer las maletas de los delegados a Londres: «Debemos tener chivos expiatorios». Así que la delegación irlandesa, ahora liderada por Collins y un Griffith enfermo, se puso a trabajar, todo el tiempo siendo cuestionada en Dublín por de Valera y sus partidarios, gente como Cathal Brugha y la Condesa Markievicz.

7 de enero de 1922-Durante el debate, de Valera, el político astuto que era, intentó todos los trucos parlamentarios del libro para impedir la aprobación del Tratado, frustrando claramente al Gran Compañero: «Aquí no tendremos métodos de Tammany Hall», gritó Collins. «Tanto si estáis a favor del Tratado como si estáis en contra, luchad sin métodos Tammany Hall. No los tendremos».

El punto de fricción sobre el que de Valera y sus partidarios decidieron posicionarse fue la disposición de que hubiera un Juramento de Lealtad al Rey. Sin prestar el juramento, un diputado no podía ocupar su puesto en el Dáil. Al parecer, esta postura cogió a Collins por sorpresa, lo que le obligó a declarar en su autobiografía que «…Nadie más que un faccioso, en busca de medios para hacer travesuras, habría pensado que merecía la pena arriesgarse a destrozar el Tratado»

Pero de Valera vio su oportunidad y la aprovechó. Por desgracia para él, no tenía los votos. En un país enfermo por la guerra y la violencia, el Tratado fue aprobado por 64-57 votos. De Valera y sus secuaces dimitieron inmediatamente del Dáil. Esta acción provocó que Collins gritara en el pleno del Dáil: «¡Desertores todos a la nación irlandesa en su hora de prueba! La apoyaremos!»

El debate sobre el Tratado visto en Michael Collins entre Collins (Liam Neeson), Arthur Griffith (Owen Roe), Cathal Brugha (Gerald McSorley) y Eamon de Valera (Alan Rickman):

El 16 de enero de 1922-Los británicos entregan el Castillo de Dublín al nuevo Estado Libre Irlandés, representado por Michael Collins. Hay muchas versiones de lo que ocurrió en este evento. La más popular es que Collins se presentó tarde y fue reprendido por el Lord Teniente Virrey, un hombre llamado FitzAlan: «Llega usted siete minutos tarde Sr. Collins», le dijo. «Llevamos más de 700 años esperando», replicó Collins, «puede quedarse con los siete minutos extra». Algunos insisten en que este intercambio nunca ocurrió. Los irlandeses, como siempre, cuando la leyenda persigue a los hechos, abrazaron la leyenda.

Liam Neeson como Michael Collins, aceptando la entrega del Castillo de Dublín en la película Michael Collins:

Los Cuatro Tribunales y el Pacto Collins-De Valera-Los Cuatro Tribunales fueron tomados por las fuerzas contrarias al Tratado en abril dirigidas por Rory O’Connor. Acompañando a O’Connor en la guarnición estaban algunos grandes republicanos contrarios al Tratado, como Seán Lemass, futuro Taoiseach, el escritor Ernie O’Malley y Liam Mellows. Collins no forzó la situación durante dos meses, esperando un acuerdo negociado con muchos de sus viejos amigos. Esto condujo a un pacto entre Collins y de Valera en el que la campaña en las próximas elecciones generales se llevaría a cabo conjuntamente por las fuerzas a favor y en contra del Tratado y cuando el pueblo hubiera tomado su decisión se establecería un gobierno de coalición.

16 de junio de 1922-El Tratado Anglo-Irlandés fue aprobado por el voto del 75% del pueblo irlandés. Las fuerzas contrarias al Tratado incumplen su promesa de formar un gobierno de coalición.

22 de junio-Sir Henry Wilson, gran defensor del pogromo contra los católicos en Irlanda del Norte, es asesinado a tiros en la puerta de su casa en Londres por dos hombres del IRA. Este asesinato -que muchos creen que fue orquestado por el propio Michael Collins- alarma a los británicos y Churchill se centra en la ocupación de Four Courts.

28 de junio de 1922- Utilizando las armas suministradas por los británicos -e instado por Churchill- el Ejército Nacional de Collins expulsa a los rebeldes de Four Courts. Comienza la Guerra Civil.

Postdata-Arthur Griffith moriría de una hemorragia cerebral el 12 de agosto de 1922 y diez días después Collins sería asesinado en una emboscada. W.T. Cosgrave se convertiría en el nuevo presidente del Dáil y se libraría una brutal campaña militar en todo el país hasta la primavera siguiente, cuando las fuerzas contrarias al Tratado depusieron las armas. Tras la Guerra Civil, Eamon de Valera pasaría a formar su propio partido político, el Fianna Fáil. Desgraciadamente, no pudo entrar en el Dáil hasta que juró lealtad al Rey, lo que, en una de las grandes hipocresías políticas de todos los tiempos, hizo el 11 de agosto de 1927. Durante casi los siguientes cincuenta años sería Taoiseach o Presidente de Irlanda. Moriría el 29 de agosto de 1975, 53 años después de la muerte de sus dos mayores oponentes, Arthur Griffith y Michael Collins.

Lee más: Los aliados de Irlanda – Estados Unidos y el levantamiento de Pascua de 1916

* Dermot McEvoy es el autor de The 13th Apostle: A Novel of a Dublin Family, Michael Collins, and the Irish Uprising y Our Lady of Greenwich Village, ya disponibles en edición de bolsillo en Skyhorse Publishing. Se puede contactar con él en [email protected]. Sígalo en www.dermotmcevoy.com. Siga a El 13º Apóstol en Facebook en www.facebook.com/13thApostleMcEvoy.

* Este artículo fue publicado originalmente en enero de 2016.

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