Varios huesos principales componen el cráneo de un recién nacido (dos frontales, dos parietales y uno occipital). Los huesos están conectados por un material fibroso llamado suturas. Una fontanela es la misma conexión fibrosa donde se unen más de dos huesos craneales. Un recién nacido tiene seis fontanelas, pero la más prominente es la fontanela anterior, también llamada punto blando, o la unión entre los dos huesos frontales y los dos parietales.
El volumen del cerebro en los recién nacidos se duplica cuando el bebé alcanza los 6 meses y se triplica a los 2½ años. Las suturas y las fontanelas permiten que el cráneo satisfaga las demandas de crecimiento rápido del cerebro. En un recién nacido, la fontanela normal mide 2 centímetros, pero puede oscilar entre 0,6 y 3,6 centímetros. La edad normal de cierre es de 14 meses, pero puede oscilar entre los tres y los 24 meses.
Si su hijo sufre un traumatismo contundente o pequeños golpes sobre la fontanela anterior, el tratamiento es el mismo que el de un traumatismo en cualquier otra parte de la cabeza. Las lesiones que rompen la piel sobre la fontanela anterior en bebés y niños pequeños requieren una evaluación urgente, pero son muy raras y suelen estar asociadas a una lesión infligida.
El cierre precoz se identifica mediante un examen por parte de su pediatra; sin embargo, la fontanela puede estar abierta, aunque no sea detectable por el examen físico. El cierre precoz puede ser normal, pero el perímetro cefálico debe controlarse cuidadosamente. Si el perímetro cefálico de su hijo comienza a caer por debajo de los valores esperados, por ejemplo, el perímetro cefálico estaba en el percentil 50 al nacer y más tarde está en el percentil 10, entonces se requiere una evaluación adicional para descartar causas médicas para el cierre anormal.
Una condición en la que las suturas se cierran demasiado pronto, llamada craneosinostosis, se ha asociado con el cierre temprano de la fontanela. La craneosinostosis provoca una forma anormal de la cabeza y problemas con el crecimiento normal del cerebro y el cráneo. El cierre prematuro de las suturas también puede hacer que aumente la presión en el interior de la cabeza. La afección puede diagnosticarse mediante un examen físico, pero a menudo se requieren radiografías o una tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico y descartar cualquier otra anomalía.
Su pediatra puede remitirle a un cirujano plástico pediátrico especializado en cirugía craneofacial o a un neurocirujano pediátrico para que evalúe y trate el crecimiento anormal de la cabeza.
El Dr. Kamlesh Patel es cirujano plástico pediátrico en el Hospital Infantil de San Luis y profesor adjunto de cirugía (cirugía plástica y reconstructiva) en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Para más información, llame a la línea de respuesta del Hospital Infantil de San Luis al 314-454-5437.