Mientras Joe Paterno entra en una máquina de resonancia magnética en noviembre de 2011, recuerda acontecimientos de su vida.
El 29 de octubre de 2011, Paterno gana su partido número 409 como entrenador del equipo de fútbol americano Penn State Nittany Lions. Durante 61 años en la Universidad de Penn State, ayudó a la antigua «universidad de las vacas» a quintuplicar su dotación financiera y a construir la Biblioteca Paterno. A la edad de 84 años, Paterno es tan querido como «entrenador, educador y humanitario» que hay una estatua en el exterior del estadio Beaver, y tan poderoso que cuando el presidente de la universidad, Graham Spanier, y el director deportivo, Tim Curley, le pidieron a Paterno que se retirara en 2005, éste se negó. Dentro del estadio, Spanier, Curley y el vicepresidente Gary Schultz se preocupan por el gran jurado que investiga las acusaciones de abuso sexual de menores contra Jerry Sandusky, un entrenador asistente retirado.
Seis días después de que Penn State derrote a Illinois, la reportera de The Patriot-News Sara Ganim se entera de que la acusación del gran jurado también acusa a Curley y a Schultz. Aunque está tan traumatizado por los abusos que sufrió que no quiere que su madre lea el acta de acusación, el estudiante de secundaria Aaron Fisher, conocido en los artículos de Ganim como «Víctima 1», fue el primero en declarar públicamente contra Sandusky. Los rumores sobre la identidad de la «Víctima 1» se extienden y Fisher es atacado en la escuela por otros estudiantes, pero su psicólogo le dice a Ganim que Fisher y su madre repitieron su historia a muchas personas escépticas para proteger a otros niños. Ganim y su editora hablan de otras acusaciones contra Sandusky de 1998 y posteriores, como la violación de un niño en la Alamo Bowl de 1999. Se dan cuenta de que la universidad le ha protegido durante años.
La esposa de Paterno, Sue, y sus hijos adultos, entre ellos el entrenador asistente Jay y el abogado Scott, están horrorizados por las acusaciones contra Sandusky. Quieren ayudar al anciano Paterno, pero no entienden por qué sigue preparando el próximo partido contra Nebraska en lugar de leer la acusación. Mientras los periodistas asedian la casa de Paterno, el entrenador dice a su familia que cuando un angustiado Mike McQueary le contó en 2001 que había visto a Sandusky agredir sexualmente a un joven en las duchas de hombres del campus, cumplió con su deber legal al contárselo a Curley y Schultz. Paterno dice que la organización benéfica The Second Mile de Sandusky ayudó a muchos niños. Mary Kay Paterno le pregunta a su padre por qué esperó dos días para denunciar el relato de McQueary: «¿Te has enterado de que alguien ha manoseado a mis hijos? No esperes el fin de semana». – y si hizo un seguimiento de su informe.
Los estudiantes de Penn State se reúnen en la casa de Paterno para apoyar al entrenador, que anuncia que dimitirá como entrenador jefe después de la temporada de fútbol. Sin embargo, John Surma y otros miembros del consejo de administración de la universidad obligan a Spanier a dimitir y a despedir a Paterno durante una llamada telefónica. Ganim informa sobre un motín de estudiantes que denuncian a los medios de comunicación y animan a Paterno. Sue y Joe Paterno hablan de una Sugar Bowl en los años 70, en la que Sandusky jugó con sus hijos pequeños en la piscina de un hotel mientras Paterno se preparaba para el partido. Ella supone que su marido no habría dejado que Sandusky lo hiciera si hubiera sabido que era un pedófilo; él le dice «Estaba trabajando. No estaba concentrado en la maldita piscina». Esa noche, sin embargo, tiene una pesadilla sobre el recuerdo. Sin estar en la banda por primera vez desde 1965, Paterno ve por televisión cómo Nebraska derrota a Penn State.
Paterno es diagnosticado de un cáncer de pulmón mortal. Conduciendo por el estadio después de la resonancia, ve a la gente junto a la estatua discutir sobre el legado de Paterno. Otra supuesta víctima le cuenta a Ganim que le dijo a Paterno que Sandusky abusó de él en 1976.