Hay tres tipos de cierre de heridas: cierre primario, secundario y primario retardado. Veamos cada uno de ellos con un poco más de detalle.
Cierre primario de la herida
El cierre primario (a veces denominado curación por intención primaria) es el tipo más rápido de cierre de la herida. Un buen ejemplo de cierre primario es un corte de papel. Te cortas el dedo, dejando una pequeña herida que cubres con una tirita. Los bordes de la herida son uniformes y bien aproximados, por lo que hay una distancia muy corta que deben recorrer los queratinocitos y los nuevos vasos sanguíneos. La contracción de la herida es muy rápida en las heridas lineales, por lo que el proceso de proliferación y reepitelización comienza muy rápidamente. Cuando hay un buen suministro de sangre y una baja tensión a través de la herida, estas heridas se curan muy rápidamente. Las incisiones quirúrgicas son un buen ejemplo de heridas que cicatrizan por primera intención.
Cierre secundario de la herida
El cierre secundario (cicatrización por segunda intención) se produce en heridas en las que los bordes no pueden juntarse. En estas heridas, debe construirse una matriz de tejido de granulación para rellenar la herida porque los bordes no pueden aproximarse. La contracción de la herida es necesaria para disminuir el tamaño del defecto. Obviamente, en este tipo de cierre de la herida la epitelización es más compleja y llevará más tiempo. También hay una mayor formación de cicatrices en este tipo de cierre de heridas. ¿Cuánto tiempo tardan las heridas que se curan por cierre secundario en lograr una cicatrización completa? Esto dependerá del ritmo de contracción de la herida y de la profundidad de la pérdida de tejido. Cuanto más grande y profunda sea la herida, más tiempo tardará en cicatrizar. Ciertas zonas pueden cicatrizar mejor por segunda intención, como la frente, la sien y los pliegues alares nasales.
Cierre primario retardado de la herida
A veces denominado cicatrización por tercera intención, el cierre primario retardado es una combinación de cierre primario y secundario. Este tipo de cierre se prefiere a menudo cuando una herida está muy contaminada para reducir el riesgo de que se infecte. La herida se limpia y se vigila estrechamente durante varios días. Cuando la herida parece estar limpia y en vías de curación, se cierra quirúrgicamente. Cuando hay pérdida de tejido, como podría ocurrir en una lesión por avulsión, el cierre de la herida suele retrasarse para controlar los restos de la herida y el tejido necrótico. Ciertos tipos de heridas casi siempre se infectan (por ejemplo, las heridas por mordedura de perro); estos tipos de heridas suelen dejarse abiertos y sólo se cierran cuando la infección está controlada.
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