La recogida de datos ABC es una herramienta utilizada en el Análisis de Conducta Aplicado (ABA) para registrar conductas. El uso de los datos ABC se extiende a los maestros, padres o cualquier persona que busque capturar y monitorear mejor los comportamientos a través del tiempo. El uso de los datos ABC puede conectar lo que suponemos que ocurre en el entorno con la realidad. Como padres y proveedores, observamos e hipotetizamos cambios; sin embargo, la recopilación de datos es esencial para confirmar nuestra intuición. Al utilizar los datos ABC, podemos ver el entorno de forma más objetiva sin dejar que nuestras experiencias anecdóticas interfieran.
La recogida de datos ABC puede utilizarse para:
- Evaluar las conductas
- Asistir en la identificación de la función de las conductas (por qué se producen las conductas)
- Seguir el progreso
- Documentar las incidencias de la conducta
Aquí hay un escenario: Gill es un terapeuta ABA que trabaja con Sam. Gill observa que Sam parece frustrarse con mayor facilidad, lo que se traduce en gritos y, a veces, en agresiones. Para confirmar este cambio de comportamiento y proporcionar evidencia a su BCBA, Gill comienza a recoger datos ABC.
El desglose de los datos ABC:
- Antecedente – los eventos, acciones o circunstancias que ocurren antes de un comportamiento
- Ejemplo: Al final de un recreo, Gill incitó a Sam a poner la camioneta con la que estaba jugando en la papelera con los otros vehículos.
- Comportamiento – la conducta que resulta del antecedente
- Ejemplo: Sam gritó: «¡No!» y lanzó la camioneta al otro lado de la habitación
- Consecuencias – Las acciones o la respuesta que sigue al comportamiento
- Ejemplo: Gill continuó recogiendo los juguetes y le indicó a Sam que «recogiera el camión»
Cuando se recogen datos del ABC, hay que tener en cuenta algunas cosas necesarias. En primer lugar, es importante que sólo tomemos nota de los comportamientos observables. Es importante preguntarse: «¿puede otra persona leer esto y saber cómo era la escena?». Podemos pensar que sabemos lo que otra persona está pensando o sintiendo, pero no queremos proyectar nuestras suposiciones en la recogida de datos, ya que los pensamientos y sentimientos internos no pueden ser observados por todos.
De la misma manera, los datos ABC deben registrarse con los términos más objetivos posibles. Por ejemplo, registrar «Sam se enfadó cuando Gill le hizo recoger» es menos objetivo que afirmar «Sam gritó «¡no!» cuando Gill le indicó que recogiera». El término «enfadado» puede ser diferente para todos. Para algunos, el enfado puede parecerse a los comportamientos de Sam, mientras que otros demuestran un profundo suspiro o están completamente callados. Tomar nota de estas diferencias puede ayudar a los padres y a los proveedores a interpretar mejor los escenarios en los que no estaban presentes.
Por último, cuando se recogen datos del ABC, es esencial registrar todas las observaciones lo antes posible para evitar cualquier error en su recuerdo.
Con los datos del ABC, se pueden hacer cambios en el entorno para reducir los desencadenantes de los comportamientos o satisfacer mejor las necesidades de los niños. En el caso de Sam, Gill puede utilizar los datos ABC de la muestra anterior y colaborar con un BCBA para ayudar a Sam en la transición del juego al trabajo. La recopilación de datos ABC es sólo una de las herramientas que hace que ABA tenga éxito y puede ayudar a otros en la comprensión de los comportamientos de su hijo.
– Este post fue escrito por Lexys Sillin, RBT