El universo se está expandiendo. Todo en el universo se aleja lentamente de todo lo demás. Incluso las moléculas de nuestro cuerpo se alejan unas de otras, aunque demasiado lentamente para medirlo.
Esta expansión del universo fue descubierta por primera vez por Edwin Hubble en 1931. Hubble estaba estudiando galaxias lejanas cuando hizo un descubrimiento sorprendente: Todas las galaxias que observó parecían alejarse de la nuestra. Con sólo unas pocas excepciones, como la cercana Andrómeda, todos los demás puntos del universo se alejaban.
Hubble hizo esta observación estudiando el efecto Doppler. Es posible que conozca el efecto Doppler como un fenómeno que afecta a las ondas sonoras (cuando un vehículo ruidoso pasa cerca de usted, el tono baja de repente). Lo mismo ocurre con las ondas de luz. Cuando una galaxia se aleja, el color de la luz se desplaza hacia el extremo rojo del espectro.
Hubble observó este desplazamiento hacia el rojo en todas las galaxias que miró, pero aún más sorprendentemente notó que el desplazamiento hacia el rojo era más severo cuanto más lejos estaba la galaxia. Esto significaba que las galaxias más lejanas se alejaban más rápidamente que las galaxias cercanas. La única conclusión posible que pudo sacar fue que todo el universo se estaba expandiendo.
Hubble creía que la expansión del universo era constante, lo que significaba que las galaxias que se encontraban al doble de distancia debían moverse al doble de velocidad. Pero en 1998, otro Hubble -el telescopio espacial Hubble- hizo otro descubrimiento sorprendente sobre la expansión del universo. Utilizando el telescopio para observar algunas de las galaxias más lejanas del universo, los astrónomos descubrieron que el universo no sólo se está expandiendo, sino que se está acelerando.
Aún no sabemos por qué o cómo se está acelerando el universo, pero la teoría principal es que hay algún tipo de energía -los científicos la llaman «energía oscura»- que lo empuja todo. Quizá algún futuro Hubble descubra por fin qué es.