El caracol europeo de la vid y su primo Helix aspersa se han naturalizado en Norteamérica. Todos los caracoles y babosas son comestibles y ofrecen la ventaja de ser muy fáciles de capturar. Pero todos los caracoles y babosas silvestres pueden ser portadores de parásitos peligrosos, por lo que hay que cocinarlos bien, especialmente el caracol africano gigante, que se ha encontrado recientemente en Texas y que probablemente llegue a un entorno cercano. Los caracoles y las babosas son mejores no incluso manejado a mano desnuda hasta que se han cocinado.
Se recomienda purgar durante un día o así con el forraje sano (la mayoría de cualquier verdura que usted comería). La ebullición se prefiere en el salvaje o para los caracoles más pequeños tales como éstos, pues hace el caracol fácil quitar de su concha. Hervir en vinagre elimina la desagradable baba de una babosa, que es su protección ya que no tiene concha.
Las babosas pueden ser un vector de transmisión de los nematodos parásitos que causan el gusano del pulmón en varios mamíferos, por lo que suelen ser evitadas por los erizos y otros mamíferos cuando disponen de otros alimentos. En algunos casos raros, los humanos han contraído meningitis inducida por parásitos al comer babosas crudas. Cocinar bien.
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