Causas y factores de riesgo
Un hueso no puede regenerarse a menos que los fragmentos óseos se vuelvan a ensamblar y se mantengan en su lugar. Varias formas de estabilizar los huesos rotos sin cirugía incluyen yesos, aparatos ortopédicos y cabestrillos. Si se requiere una intervención quirúrgica para recolocar los fragmentos óseos, el médico puede utilizar tornillos, varillas y placas metálicas para conseguirlo.
La mayoría de las fracturas óseas se curan normalmente cuando el médico las estabiliza. Sin embargo, un suministro inadecuado de sangre al hueso puede provocar que la fractura no se cure. Los vasos sanguíneos proporcionan al hueso oxígeno y unas sustancias químicas denominadas factores de crecimiento que favorecen la curación. Si un traumatismo como consecuencia de una lesión grave daña los vasos sanguíneos y reduce el suministro de sangre al hueso, éste deja de producir células nuevas.
La diabetes, una enfermedad que afecta al modo en que el organismo procesa el azúcar, puede reducir la concentración de nutrientes en la sangre y disminuir el flujo sanguíneo. Ambos factores aumentan el riesgo de una fractura sin unión o con unión retardada.
Además, fumar cigarrillos puede interferir en el flujo sanguíneo adecuado a los huesos. Los médicos recomiendan dejar de fumar como parte de cualquier plan de tratamiento para una fractura que no cicatriza. Los médicos y asesores de los programas de deshabituación tabáquica de NYU Langone pueden ayudar.
Algunos medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno y los corticosteroides, pueden reducir el flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de una fractura que no cicatriza. Los médicos recomiendan evitar estos medicamentos hasta que el hueso fracturado se haya curado completamente.
Los huesos también necesitan una nutrición adecuada para regenerarse. Unos niveles bajos de vitamina C, vitamina D y calcio pueden impedir la curación de un hueso.
Una infección en el hueso, que se denomina osteomielitis, también puede retrasar o impedir la curación. Un hueso puede infectarse si las bacterias de una herida en la superficie de la piel se desplazan por el torrente sanguíneo hasta el hueso. Esto puede ocurrir como resultado de una lesión o de una incisión quirúrgica.
Historia médica y examen físico
Su médico puede preguntarle cómo se produjo la fractura, cuándo se produjo y si todavía siente dolor en el lugar de la fractura.
Contarle a su médico cualquier otra afección médica que pueda tener, y si ha estado tomando medicamentos antiinflamatorios, puede ayudar a su médico a determinar la causa de una fractura sin unión. También debe informar a su médico si ha tenido fracturas anteriores que sanaron lentamente o no sanaron en absoluto.
Su médico examina la piel que rodea el lugar de la fractura en busca de signos de infección, como enrojecimiento o hinchazón. También pueden aparecer signos de una fractura mal unida, como un bulto bajo la piel, debilidad o dolor.
Radiografías
Una radiografía puede revelar si hay espacio entre los fragmentos de hueso. Si han pasado más de unas semanas desde que se produjo la fractura y sigue habiendo espacio entre los trozos de hueso, es posible que no se haya formado tejido óseo nuevo.
Los médicos también utilizan las radiografías para confirmar una fractura malunida, en la que el hueso no cicatriza recto.
Exploraciones por TAC
Las exploraciones por TAC utilizan rayos X y un ordenador para crear imágenes detalladas en dos y tres dimensiones del interior del cuerpo.
Un médico puede solicitar una exploración por TAC para aclarar los detalles de una fractura identificada en una radiografía. Por ejemplo, si un hueso se rompió en muchos trozos pequeños, el espacio entre los fragmentos óseos puede no ser claramente visible en una radiografía tradicional.
Su médico puede utilizar las tomografías computarizadas y las radiografías para controlar la curación del hueso durante el tratamiento. Si las imágenes tomadas periódicamente muestran que no hay hueso nuevo rellenando el espacio entre los fragmentos óseos, por ejemplo, el médico puede confirmar que la fractura no está cicatrizando.
Resonancias magnéticas
La resonancia magnética es una prueba de imagen que utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas del tejido blando del interior del cuerpo, incluido el tejido producido por un hueso que está cicatrizando.
Su médico puede recomendar una resonancia magnética si sospecha que se ha desarrollado una infección en un hueso roto o cerca de él. Las imágenes de resonancia magnética pueden revelar la inflamación asociada a una infección.
Exámenes de sangre
Si las radiografías u otras pruebas de imagen revelan una fractura sin unión, su médico puede extraer sangre y enviarla a un laboratorio para determinar si una infección o una deficiencia de nutrientes está contribuyendo a la falta de curación del hueso.
Su médico recibe los resultados de los análisis de sangre en aproximadamente una semana y le llama para comentarlos.