15 de junio de 2020
Reduzca los efectos nocturnos del reflujo haciendo que su bebé duerma inclinado.
Cuando un bebé se acuesta para dormir pierde el efecto beneficioso de la gravedad, que ayuda a mantener el contenido del estómago en el mismo. A menudo, las noches son los peores momentos para los niños que sufren de reflujo ácido.
Una sugerencia común para reducir los efectos nocturnos del reflujo es hacer que el bebé duerma inclinado, de modo que los pies del bebé estén más bajos que su cabeza. Normalmente esto se hace inclinando el colchón del bebé, que es lo más fácil y seguro. O se puede inclinar la cuna.
Independientemente del método, lo que se busca es elevar la cabeza del bebé en un ángulo de aproximadamente 30° a 45° más alto que sus pies.
Método 1: Inclinar el colchón.
Con la mayoría de las cunas, se puede cambiar la altura del colchón simplemente subiendo o bajando la plataforma de soporte del colchón. Retire las sábanas y la funda del colchón y, a continuación, retire el colchón. El colchón estará apoyado en una plataforma de soporte (puede ser sólida o de muelles). En el lugar donde esta plataforma se une al marco de la cuna puede haber accesorios que permitan bajar el colchón a medida que el niño crece. Manteniendo la parte de la cabeza del colchón en su ubicación actual, baje la parte de los pies una o dos posiciones.
Si no hay aditamentos para bajar la plataforma de soporte del colchón, todavía puede inclinar sólo el colchón insertando almohadas o mantas debajo del colchón. Es de suma importancia que si hace esto, no provoque que el colchón se doble en el centro, sino que intente tener todo el colchón plano pero inclinado.
Método 2: Inclinar la cuna.
Si alguno de los métodos anteriores no funciona, o si la elevación es máxima, es posible que tenga que inclinar toda la cuna. Tenga cuidado. Hacer esto puede hacer que la cuna sea bastante inestable.
Si las patas de la cuna tienen ruedas, quítelas. Esto hará que la cuna sea más estable. Ahora coloque soportes sólidos debajo de las dos patas de la cabecera de la cuna. Los soportes deben ser sólidos para que no se compriman ni se rompan. Hemos comprobado que los ladrillos con agujeros nos permiten elevar la cuna, al tiempo que mantienen las patas estables porque las patas se asientan en los agujeros. Dependiendo de su cuna, un aumento de la altura de unos 15 centímetros más o menos puede darle el ángulo de inclinación adecuado.
Asegure al bebé.
Ahora que ha inclinado el colchón (o la cuna), tendrá que ayudar al bebé a no deslizarse hacia los pies de la cama mientras duerme. Vuelve a colocar el colchón, y la funda del colchón. Coge una manta o una toalla grande y enróllala. Haz una «U» con ella y colócala sobre el colchón de forma que el centro de la «U» quede más o menos en el centro del colchón, y los extremos de la manta queden más altos y hacia el borde del colchón, donde se pueden meter para ayudar a asegurarlos. Esto hará de «cuna» y ayudará a que el bebé no se deslice. A continuación, coloque la sábana sobre el colchón y asegúrela.
Recuerde
Algunos recordatorios importantes:
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El colchón NO debe estar doblado en el centro; en su lugar, todo el colchón debe estar inclinado.
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Tenga mucho cuidado con el sobre el niño se deslice o resbale.
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Asegúrese de que la propia cuna es segura y estable.
Importante
Estos consejos son sólo los que han funcionado con nuestro hijo, y se han basado en los consejos que hemos recibido de proveedores de atención sanitaria y en sitios web de acceso público. Le recomendamos encarecidamente que primero consulte con un proveedor de atención médica bien informado para asegurarse de que lo que hace es lo mejor y más seguro para su hijo.
Reproducido con permiso de Tracy Davenport, autora de Making Life Better for a Baby with Acid Reflux.
Tracy Davenport, Ph.D.