Con muy pocos recursos naturales, Kiribati está considerado uno de los países menos desarrollados del mundo. Kiribati tiene una esperanza de vida al nacer de 60 años y una tasa de mortalidad infantil de 54 muertes por cada 1.000 nacidos vivos.
La contaminación bacteriana debida a la falta de suministro de agua dulce es frecuente. En los últimos años, las enfermedades transmitidas por el agua se han agravado.
Kiribati, un remoto país de 33 atolones de coral dispersos que se extienden a lo largo de más de 2.000 millas a través del ecuador, es una de las naciones más pobres del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera uno de los países con más necesidades médicas del planeta.
A principios de la década de 2000, algo menos del 7% de la población recibía tratamiento anual por intoxicación alimentaria.
Los habitantes de las islas sobreviven en su mayoría con una dieta de subsistencia a base de pescado, cocos y taro, y a menudo sufren infecciones y enfermedades sin medicamentos de ningún tipo. En la mayoría de las islas NO hay médicos, sólo enfermeras que intentan hacer lo que pueden.
Las enfermeras de las islas son abastecidas por Pacific Islands Medical Aid con antibióticos que salvan vidas, analgésicos, pastillas para parásitos internos, antidiabéticos y otros medicamentos y suministros que necesitan con urgencia.