Si le han diagnosticado temblor esencial, el Programa de Trastornos del Movimiento del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan le ofrece las últimas terapias no quirúrgicas y quirúrgicas aplicadas por un equipo médico líder en su campo. Tratamos entre 400 y 500 pacientes con temblor esencial cada año. Nuestros neurólogos tienen formación especializada en la evaluación y el tratamiento de esta afección y nuestro programa de Terapias Quirúrgicas para la Mejora del Movimiento (STIM) alberga uno de los mayores centros de estimulación cerebral profunda de la región del Medio Oeste.
El temblor esencial, también conocido como temblor familiar, es el trastorno del movimiento más común, y se estima que afecta al 5 por ciento de las personas en todo el mundo. Puede afectar a personas de cualquier edad y suele ser hereditario. El temblor suele darse en las manos y los brazos, pero también puede darse en la cabeza, la voz, la barbilla, el tronco y las piernas. Ambos lados del cuerpo suelen estar igualmente afectados. La enfermedad se caracteriza por temblores de acción, lo que significa que los temblores son perceptibles cuando la zona afectada se mueve, pero mejoran cuando está en reposo. La mayoría de las personas buscan tratamiento cuando la enfermedad empieza a interferir en su calidad de vida. Muchos médicos de atención primaria pueden diagnosticar y tratar esta enfermedad. Sin embargo, si el diagnóstico es dudoso, o si sus medicamentos no están funcionando de forma óptima, es posible que necesite ver a un neurólogo.
En su primera visita, nuestros neurólogos realizarán una historia clínica y un examen neurológico exhaustivos. Nos fijamos en los temblores, en qué situaciones se producen, qué medicamentos podrían causarlos y en la función tiroidea. También podemos tomar imágenes de su cerebro.
La primera línea de tratamiento para el temblor esencial son los medicamentos, como el propranolol y la primidona. Muchas personas notarán cierta mejoría con los medicamentos, aunque es posible que no hagan desaparecer los temblores por completo. Cuando el temblor esencial interfiere en la calidad de vida y los medicamentos no funcionan, la cirugía es una opción.
La estimulación cerebral profunda es la intervención quirúrgica más habitual para el temblor esencial y es muy eficaz. El programa STIM de la U-M se encarga de evaluar y tratar a los pacientes con temblor con estimulación cerebral profunda. Nuestro programa de evaluación multidisciplinar incluye miembros de neurología, neurocirugía, psicología, psiquiatría, logopedia, radiología y trabajo social. Creemos que la naturaleza integral de nuestro programa, único en Michigan, conduce a mejores resultados para los pacientes.
La estimulación cerebral profunda implica la colocación de un electrodo en una estructura del cerebro llamada tálamo. Suele colocarse en un lado de la cabeza y se conecta mediante un cable que pasa por debajo de la piel a una batería situada en el pecho. Cuando se administra la estimulación eléctrica al cerebro, el temblor mejora. Es como un marcapasos para el cerebro, en lugar del corazón. La estimulación cerebral profunda tiene varias ventajas sobre la ablación (en la que se destruyen células del cerebro), entre ellas la reversibilidad. En la UM, hemos desarrollado una amplia gama de formas de mejorar la ECP, incluyendo herramientas especiales de imagen que ayudan a los médicos a colocar los electrodos con mayor precisión, y pruebas motoras y del habla intraoperatorias que dan lugar a menos efectos secundarios para el paciente.
También estamos investigando activamente nuevas formas de tratar el temblor esencial, incluyendo un estudio actual de un dispositivo no invasivo que puede ayudar a controlar los temblores y permite a los que padecen la enfermedad manejar las tareas diarias, como comer, sin medicación o cirugía.