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¡Nabos, chirivías y remolachas, vaya! Hemos elaborado una lista de hortalizas de raíz con todas las recetas, consejos y trucos que necesitas para que cocinar estas maravillas invernales sea tan fácil como comerlas.

Escuchad, equipo. Llevamos todo el año esperando que llegue la temporada de hortalizas de raíz. TODO EL AÑO. Y ahora, es la hora del espectáculo. ¡Poned la cabeza en la cocina y no dejéis que gane el microondas! Manos a la obra: un, dos, tres… ¡a cocinar!

Remolacha

Reclamo nutricional a la fama: La remolacha se ha utilizado desde la antigüedad con fines medicinales, y es fácil ver por qué. Además de favorecer la circulación sanguínea, contienen folato, potasio, calcio y hierro.

Cómo elegirla: Seleccione remolachas firmes, regordetas y de aspecto fresco, con verduras crujientes y vibrantes.

Cómo conservarlas: Dado que las hojas de remolacha filtran la humedad del bulbo, deben retirarse inmediatamente al llegar a casa y colocarse en una bolsa aparte. Sin embargo, es importante dejar aproximadamente 2,5 cm del tallo para conservar el color y la nutrición de la raíz.

Cuando se guardan en una bolsa de plástico en el frigorífico, las remolachas sin cocer se conservan hasta tres semanas, mientras que las cocidas se mantienen frescas hasta una semana.

¿Sabías que? La remolacha tiene el mayor contenido de azúcar de todas las verduras. Así que es una forma saludable de satisfacer el apetito por lo dulce.

Cómo cocinarla: Lave las raíces (con la piel intacta) antes de envolverlas individualmente en papel de aluminio y colocarlas en una bandeja para hornear. Asar a 400ºF hasta que se puedan pinchar con un tenedor, entre 45 minutos y una hora. Una vez frías, quíteles la piel.

Recetas: Tarta de remolacha y queso de cabra

Zanahorias

Reclamo nutricional a la fama: Estas bellezas de color naranja brillante son famosas por su alta concentración del antioxidante betacaroteno, además de la vitamina A. Juntos, los dos ayudan a mantener una piel sana y la salud de los ojos.

Cómo elegir: Si las verduras están pegadas, asegúrese de optar por las que están ligeramente húmedas y son de color verde brillante. Y en lo que respecta a las zanahorias en sí, querrá que tengan un exterior firme y liso, sin manchas blandas ni marcas blancas.

Cómo conservarlas: Guárdelas en una bolsa de plástico en el cajón del frigorífico.

¿Sabía que? Las zanahorias se consideraban antaño como un aprodisíaco, lo que explica que la antigua palabra griega para esta hortaliza, «philon», derive de la palabra «amor».

Cómo cocinarlas: En el caso de las zanahorias jóvenes, no es necesario pelarlas. De hecho, lo único que necesitan es un enjuague rápido antes de cortarlas, asarlas o comerlas. Para las zanahorias más viejas y grandes, hay que pelarlas.

Recetas: Hamburguesa Bahn Mi de gambas con mayonesa de Sriracha y patatas fritas de zanahoria

Nabos

Reclamo nutricional a la fama: Esta raíz de pulpa blanca y morada está repleta de vitamina C que refuerza el sistema inmunitario.

Cómo elegir: Seleccione las que tengan raíces firmes y un color verde brillante.

Cómo conservarlas: Manténgalos bien envueltos en el frigorífico hasta dos semanas.

¿Sabía que? Los nabos amarillos se llaman colinabos.

Cómo cocinarlos: Se pueden disfrutar crudos en ensaladas, salteados, asados, salteados o incluso al vapor antes de triturarlos o hacerlos puré.

Receta: Sopa cremosa de pera y nabo con rábano, pepitas y baguette tostada

Patatas dulces

Reclamo nutricional a la fama: Además de llevar una fuerte dosis de vitaminas A y C, las patatas dulces también ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.

Cómo elegir: Escoge las de tamaño pequeño o mediano con piel lisa y sin magulladuras.

Cómo guardarlas: Mantenga los boniatos lejos de la luz solar. En su lugar, guárdelos en ambientes secos y oscuros, donde se conservarán de tres a cuatro semanas.

¿Sabías que? Los boniatos de piel más oscura se denominan comúnmente boniatos. En realidad, sin embargo, el verdadero ñame no está relacionado con la batata en absoluto.

Cómo cocinar: Después de fregarlo bien, perfore la piel con un tenedor y hornéelo a 350ºF hasta que esté blando, aproximadamente una hora. Y siéntase libre de comer la piel también.

Recetas: Paillard de pollo con chimichurri, gajos de boniato y ensalada

Patatas marmoladas

Reclamo nutricional: Son bajas en sodio, altas en potasio y una fabulosa fuente de carbohidratos complejos para mantenerte con energía todo el día.

Cómo elegirlas: Evite las patatas arrugadas o germinadas. En su lugar, seleccione las firmes y bien formadas.

Cómo conservarlas: Manténgalas en un lugar fresco y alejado de la luz solar durante un máximo de dos semanas.

¿Sabía que? Un «spud» es una pala afilada y estrecha que se utiliza para desenterrar plantas con raíces, como las patatas. Sin embargo, en algún momento de mediados del siglo XIX el término comenzó a utilizarse para referirse a la patata propiamente dicha.

Cómo cocinarlas: ¡Salte el pelado y el corte! Gracias a su tamaño, las patatas marmoladas son increíblemente sencillas de preparar y cocinar. Todo lo que necesitan es un rápido enjuague antes de hervirlas, cocinarlas al vapor o asarlas.

Recetas: Hash de patatas marmoladas y coles de Bruselas con huevos fritos, lombarda y cayena

Chirivías

Reivindicación nutricional: Las chirivías cuentan con una impresionante cantidad de fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol y a mejorar la salud del corazón.

Cómo elegirlas: Busque raíces pequeñas o medianas que no sean demasiado finas ni largas. No deben mostrar signos de arrugamiento o manchas significativas, y las partes superiores no deben estar germinadas.

Cómo conservarlas: Envolver en toallas de papel, meter en una bolsa de plástico y refrigerar en la parte más fría del frigorífico durante unas dos semanas.

¿Sabías que? Una vez que pasa la primera helada del año y el almidón de las chirivías se convierte en azúcar, están listas para ser cosechadas.

Cómo cocinarlas: Si las corta en trozos, pélelas antes de cocinarlas. Sin embargo, si piensa hacer un puré, pélelo después de la cocción para conservar el color, el sabor y los nutrientes. Hervir, cocer al vapor o asar, pero con cuidado. Si se cocinan demasiado, las chirivías pierden su lado dulce.

Recetas: Bistec asado al romero con cuñas de chirivía asadas y espinacas a la crema con ajo

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