Resumen
Desde hace tiempo se reconoce que las mujeres que amamantan a sus hijos tienen un período más largo de amenorrea e infertilidad después del parto que las mujeres que no amamantan. La duración de la amenorrea posparto es muy variable y depende de varios factores, como la edad y la paridad de la madre, y la duración y la frecuencia de la lactancia materna. En general, parece que cuanto más frecuentes y más largos sean los episodios de lactancia materna, más largo será el período de anovulación, y más largo el período de infertilidad.
PIP: El efecto de la lactancia sobre la ovulación y la fertilidad se discute en relación con 7 factores: la duración de la amenorrea posparto, el retorno de la ovulación en la mujer posparto, el efecto de la lactancia sobre la fertilidad, la base fisiológica de la infecundidad durante la lactancia, el uso de anticonceptivos durante la lactancia (métodos de barrera, DIU y anticonceptivos esteroideos), la lactancia durante el embarazo y la lactancia en tándem. Las mujeres que amamantan a sus hijos tienen un periodo más largo de amenorrea e infertilidad tras el parto que las mujeres que no amamantan. La duración de la amenorrea posparto es muy variable y depende de varios factores, como la edad y la paridad de la madre y la duración y frecuencia de la lactancia materna. Debido a que existe tal variabilidad individual en la duración de la succión diaria, así como en la duración del periodo de lactancia, no es posible definir dentro de límites estrechos el periodo esperado de amenorrea posparto en las mujeres lactantes. El retorno de la menstruación no es necesariamente el resultado de una ovulación precedente en la mujer posparto. Existe una amplia gama de informes sobre la ocurrencia de la ovulación antes de la primera menstruación, que va del 12 al 78%. En general, la ovulación precede a la primera menstruación con mayor frecuencia en las mujeres que no amamantan en comparación con las que sí lo hacen. La lactancia materna tiene una influencia demostrable en la inhibición de la ovulación; no es de extrañar que tenga un efecto inhibidor de la fertilidad. Según Pérez, durante los tres primeros meses en los que la mujer da el pecho, la seguridad contra la concepción es mayor que la de la mayoría de los anticonceptivos. Después de ese tiempo, el efecto sobre la fertilidad se vuelve incierto y está determinado por la frecuencia y la duración de la lactancia y el intervalo de tiempo desde el parto, y posiblemente la edad materna, la paridad y la nutrición. La base fisiológica de la infertilidad durante la lactancia no se conoce por completo. Durante el embarazo, el nivel de prolactina circulante es muy elevado. Los niveles elevados de prolactina en sangre comienzan a las 8 semanas y se elevan a niveles de 200 ng por ml a término. En las mujeres lactantes, los niveles de prolactina se mantienen elevados, con picos de aumento de la secreción durante y después de la lactancia. La evidecia apunta fuertemente al hecho de que la hiperprolactinemia persistente causada por la lactancia materna en el postparto resulta en un estado anovulatorio u oligo-ovulatorio, y esto resulta en una relativa infertilidad. Es conveniente sugerir otros métodos anticonceptivos a las mujeres que quieran retrasar un embarazo posterior, ya que la lactancia por sí sola no es fiable para prevenir la concepción después de la 9ª semana posparto. No parece haber contradicciones en el uso del diafragma vaginal o del preservativo durante la lactancia. Un informe sobre el riesgo añadido de perforación uterina en mujeres lactantes requiere confirmación. El uso de anticonceptivos esteroideos durante la lactancia sigue siendo controvertido.