Pentobarbital

author
4 minutes, 25 seconds Read

Pentobarbital

El pentobarbital fue descubierto en 1930 y, aunque ya no se considera un sinónimo de «anestésico» en ratas, sigue siendo de uso general. El pentobarbital produce una depresión respiratoria y una depresión cardiovascular relacionadas con la dosis. Wixson et al., (1987c) informaron sobre frecuencias cardíacas relativamente estables y una disminución del 20% en la presión arterial media con respecto a los niveles de control durante un período de evaluación de 2 horas, después de una dosis de 40 mg/kg de pentobarbital IP. Skolleborg et al. (1990) también encontraron frecuencias cardíacas estables y una disminución de la presión arterial media durante un período de 2 horas después de una dosis de 50 mg/kg. Tanto Wixson et al., (1987c) como Buelke-Sam et al., (1978) informaron de grados similares de hipercapnia, acidosis leve e hipoxia en sus estudios. Skolleborg et al. (1990) compararon el midazolam/fentanilo/fluanisona con el pentobarbital y descubrieron que, si bien la frecuencia cardíaca y las presiones arteriales medias eran mayores con el pentobarbital, el gasto cardíaco era considerablemente menor y la perfusión del tejido muscular también estaba disminuida.

Utilizar la retirada del dedo del pie como medio para evaluar la profundidad anestésica es problemático. Haberham et al. (1998) caracterizaron la retirada del dedo del pie como poco fiable como único indicador de la profundidad anestésica con pentobarbital, deduciendo que no se correlacionaba bien con el nivel de conciencia. Field et al. (1993) sugirieron que el intento de abolir la respuesta al pellizco del dedo del pie en presencia de agentes hipnóticos puede resultar en una sobredosis anestésica, y enfatizaron el uso de medidas múltiples, como la relajación muscular, el reflejo palpebral y el pellizco abdominal, el pellizco de la cola y el reflejo corneal, en ese orden, como indicadores del aumento de la profundidad anestésica. Estos comentarios reflejan el margen de seguridad relativamente estrecho de los agentes hipnóticos y su falta de analgesia cuando se utilizan como monoanestésicos.

El pentobarbital suele administrarse a dosis de 30 a 60 mg/kg IP, (Buelke-Sam et al., 1978; Wixson et al., 1987a-d; Skollenborg et al., 1990; Haberham et al., 1998). Las soluciones madre de pentobarbital deben diluirse para permitir una medición precisa de la dosis. El tiempo de anestesia quirúrgica es de 15 a 60 minutos, y la recuperación dura de 2 a 4 horas, en la mayoría de los casos (Flecknell, 1996d). Pueden administrarse dosis repetidas de pentobarbital a razón del 20% al 25% de la dosis inicial para complementar o prolongar la anestesia. Sin embargo, las inyecciones intermitentes en bolo suelen dar lugar a niveles desiguales de anestesia y, según la experiencia del autor, la tasa de mortalidad se correlaciona directamente con el número de dosis adicionales. Se ha descrito la infusión intravenosa continua (Seyde et al., 1985; Davis, 1992). Un método alternativo para proporcionar una anestesia prolongada con pentobarbital es administrar una dosis intragástrica de pentobarbital tras la inducción por inyección IP (Zambricki y D’Alecy, 2004). Con el pentobarbital, las recomendaciones generales de dosis son meramente orientativas y las dosis deben optimizarse según la edad, el sexo, la cepa y los procedimientos específicos. Otra complicación es que la formulación del pentobarbital puede variar entre los fabricantes en cuanto a composición y concentración. Aunque la lectura de la etiqueta puede resolver el problema de las diferencias de concentración, las diferencias de formulación son más sutiles, y es conveniente evaluar un producto desconocido antes de utilizarlo. Roughan et al. (1999) informaron de que a dosis equivalentes de pentobarbital, las ratas hembras presentaban una mayor depresión respiratoria que los machos. Esa observación fue confirmada por Zambricki y D’Alecy (2004), quienes midieron los niveles de pentobarbital en plasma en ratas Sprague-Dawley macho y hembra después de dosis equivalentes y encontraron niveles más altos y una tasa de disminución más lenta en las hembras que en los machos. Wixson y Smiler (1997) señalan que las ratas que han comido en la hora siguiente a la inyección tienen respuestas menos satisfactorias al pentobarbital en términos de tiempo de inducción, profundidad de la anestesia y tiempo de recuperación que los animales en ayunas.

Roughan et al. (1999) examinaron los efectos de la buprenorfina administrada a 0.05 mg/kg 1 hora antes de dosis bajas (36 mg/kg), medias (48 mg/kg) y altas (60 mg/kg) de pentobarbital, y descubrieron que la buprenorfina aumentaba la anestesia quirúrgica y el tiempo de recuperación, y reducía las tasas respiratorias en cada caso.

El pentobarbital es un fármaco útil, pero tiene una analgesia mínima a dosis seguras y un período de recuperación prolongado con deterioro de la regulación térmica (Wixson et al., 1987c). Incluso los animales que parecen haberse recuperado bien en una jaula calentada pueden no ser capaces de mantener la temperatura corporal cuando son devueltos a su jaula de origen. Por esta razón, los animales que se recuperan del pentobarbital deben ser reevaluados dentro de las 1 ó 2 horas siguientes al regreso a sus jaulas de origen. Para los procedimientos quirúrgicos de supervivencia, pueden preferirse muchos otros anestésicos con mejores características analgésicas y de recuperación.

Similar Posts

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.