Un saprofito o saprótrofo es un organismo que obtiene su energía de la materia orgánica muerta y en descomposición. Puede tratarse de trozos de plantas o animales en descomposición. Esto significa que los saprófitos son heterótrofos. Son consumidores en la cadena alimentaria.
Este es el estilo de vida típico de los hongos. Algunos hongos son parásitos de organismos vivos, pero la mayoría son saprófitos. Muchas bacterias y protozoos también son saprofitos. La mayor parte de la materia orgánica muerta acaba siendo descompuesta y utilizada por bacterias y hongos. Los mohos del limo también son saprofitos, además de consumir bacterias. Ejemplos de saprofitos son el moho del queso y la levadura. El término «saprófito» se refiere específicamente a los saprótrofos fúngicos y bacterianos; los saprótrofos animales se conocen como saprozoitos.
En lugar de saprófito pueden utilizarse otros términos, como «saprótrofo» o «saprobio». En sentido estricto, -phyte significa ‘planta’. El problema es que ningún embriofito (planta terrestre) es un verdadero saprófito, y las bacterias y los hongos ya no se consideran plantas. Sin embargo, el término saprófito es tan conocido que la mayoría de los escritores siguen utilizándolo.