Cohen Thompson aprendió a patinar cuando tenía cuatro años y desde entonces no ha dejado de hacerlo.
El asistente quirúrgico de 33 años no se guarda sus movimientos virales para sí mismo: durante 15 años, ha enseñado a niños y adultos a girar y a ir hacia atrás en patines.
Ahora se adentra en su próxima aventura: trabajar con la ciudad para transformar un parque abandonado del oeste de Filadelfia -Granahan Playground and Skatepark- en una sede de 750.000 dólares para su propia Skate University.
Thompson fundó la Skate University en 2009 con la idea de que cualquiera puede ser un «estudiante del patinaje»
A través de la organización, el nativo de West Philly ha enseñado a niños y adultos a patinar por toda la ciudad, desde Fishtown hasta su propio barrio. «No creo que los niños tengan que pagar para divertirse», dice. Pero su filosofía va más allá del juego. «El patinaje madura tus características, te ayuda con el liderazgo, te abre más a probar cosas nuevas», dijo Thompson.
Para Thompson, el patinaje es un liberador de estrés. Tiene un trabajo intenso que a menudo está directamente relacionado con la vida y la muerte. «Es como si muchas cosas pesasen sobre tus hombros. Ese momento que tienes, entre tú, la música y los patines, te libera», dijo.
El parque infantil y de patinaje Granahan se convirtió en el lugar al que acudía Thompson tras el cierre de muchas otras pistas de patinaje. Aunque las instalaciones de la ciudad en el 6500 de Callowhill estaban abiertas, distaban mucho de ser ideales.
«El parque infantil era terrible», dijo Thompson. La gente utilizaba la pista de patinaje para pasear a sus perros y dejaba heces, relató. Había grafitis por todas partes y hormigón desnivelado. «Parecía un pueblo fantasma»
Pero Thompson estaba decidido a hacer que el espacio funcionara para el vecindario, y para su patinaje. Así que utilizó su propio dinero para arreglar algunas partes del parque, concretamente el pavimento.
«Utilicé 1.200 dólares de mi bolsillo para alisar el hormigón», dijo. Pero su trabajo no terminó ahí. También limpió el centro de ocio de la ciudad. El dinero para pequeñas mejoras y el apoyo de la comunidad transformaron inmediatamente el espacio y lo hicieron más utilizable para los residentes, dijo, incluso si el parque necesitaba más inversión del Ayuntamiento.
«Realmente no obtuvimos ningún apoyo de la ciudad hasta que básicamente les mostramos lo que podíamos hacer», dijo Thompson.
Thompson había tratado de ponerse en contacto con el concejal Curtis Jones durante meses. Entonces, mientras conducía por el barrio el día de su cumpleaños, en junio, lo vio en el parque infantil Rose Playground, distribuyendo cajas de alimentos a los residentes. Thompson dio inmediatamente un giro de 180 grados.
«Le dije: ‘Hola, buen hermano, ¿cómo estás? ¿Te importa si hablo contigo un segundo?» dijo Thompson. «Congeniamos automáticamente».
El concejal Jones quedó impresionado con el acercamiento de Thompson.
«Se acercó a mí y me preguntó amablemente si tenía un minuto. Normalmente, cuando la gente se me acerca, es un problema», dijo Concilmember Jones. La energía positiva de Thompson resonó en él. «Su entusiasmo era contagioso», dijo el concejal.
Los dos se reunieron en el parque Granahan unos días después para discutir las ideas de Thompson. El deterioro era evidente para el concejal, pero Thompson no se centró en los problemas del parque. En su lugar, compartió su visión y describió los esfuerzos que ya había realizado, incluyendo el uso de su propio dinero para hacer las reparaciones.
«Es más fácil pedir perdón que pedir permiso», dijo Thompson. «Si hubiera pedido permiso para alisar el suelo, probablemente no recibiría respuesta hasta noviembre. Lo hice porque no quería que nadie se tropezara ni nada parecido»
Aunque el concejal Jones se sintió molesto al descubrir que Thompson no había pasado por los canales adecuados, no dejó que el enfoque de bricolaje se interpusiera en el camino del progreso.
Jones recordó haberle dicho a Thompson: «‘Tú pon tu dinero en la programación. Mi trabajo es hacer capital. Tu trabajo es organizar. Tú haz tu trabajo y yo haré el mío y nos encontraremos en el medio».