Atenas clásica (508-322 a.C.)
La educación en la Atenas clásica constaba de dos partes principales: la intelectual y la física, o lo que los atenienses conocían como «gumnastike» y «mousike». La gumanstike era una educación física que reflejaba los ideales del ejército: fuerza, resistencia y preparación para la guerra. Tener un cuerpo en forma era muy importante para los atenienses. Los niños comenzaban la educación física durante o justo después de comenzar su educación primaria. Al principio, aprendían de un maestro privado conocido como paidotriba. Con el tiempo, los chicos empezaban a entrenar en el gimnasio. El entrenamiento físico se consideraba necesario para mejorar la apariencia, la preparación para la guerra y la buena salud en la vejez. Por otro lado, el mousike era una combinación de música, danza, letras y poesía de hoy en día. El mousike proporcionaba a los estudiantes ejemplos de belleza y nobleza, así como una apreciación de la armonía y el ritmo. Los alumnos escribían con un estilete, con el que grababan en una pizarra cubierta de cera. Cuando los niños estaban preparados para empezar a leer obras completas, a menudo se les daba poesía para memorizar y recitar. Las leyendas mitopéyicas, como Hesíodo y Homero, también eran muy apreciadas por los atenienses, y sus obras se incorporaban a menudo a los planes de estudio. La educación antigua carecía de una gran estructura y sólo incluía la escolarización hasta el nivel elemental. Una vez que el niño llegaba a la adolescencia, su educación formal terminaba. Por lo tanto, gran parte de esta educación era informal y se basaba en la simple experiencia humana.
Educación superior
No fue hasta alrededor del año 420 a.C. que la educación superior cobró importancia en Atenas. La introducción de filósofos como Sócrates (c. 470-399 a.C.), así como el movimiento sofístico, que provocó una afluencia de profesores extranjeros, crearon un cambio de la educación antigua a una nueva educación superior en la Atenas clásica. Esta Educación Superior amplió la educación formal en la Atenas clásica, y la sociedad ateniense comenzó a tener en mayor consideración la capacidad intelectual que la física. Este cambio causó controversia entre individuos con visiones tradicionales y modernas de la educación. Los que tenían un punto de vista tradicional creían que criar «intelectuales» destruiría la cultura ateniense y dejaría a Atenas en desventaja en la guerra. Por otro lado, los partidarios del cambio consideraban que, aunque la fuerza física era importante, su valor en relación con el poder ateniense disminuiría con el tiempo. Estos individuos creían que la educación debía ser una herramienta para desarrollar al hombre en su totalidad, incluyendo su mente intelectual. La educación superior se impuso y la introducción de los niveles secundario y postsecundario de educación proporcionó una mayor estructura y profundidad al marco ya existente de la educación antigua (la educación elemental gumnastike y mousike). Los campos de estudio más centrados incluían las matemáticas, la astronomía, la armónica y la dialéctica, todo ello con un énfasis en el desarrollo de la visión filosófica del estudiante. Era necesario que los individuos poseyeran la capacidad de tomar el conocimiento en un campo y aplicarlo hacia una comprensión basada en la lógica y la razón.
La riqueza jugó un papel integral en la educación superior clásica ateniense. De hecho, la cantidad de educación superior que recibía un individuo a menudo dependía de la capacidad y el deseo de una familia de pagar dicha educación. Los programas formales de la educación superior solían ser impartidos por sofistas que cobraban por su enseñanza. De hecho, los sofistas presentaban sus programas educativos mediante el uso de anuncios en el intento de llegar al mayor número de clientes posible. Así, en la mayoría de las circunstancias, sólo podían participar aquellos que podían pagar el precio. Por lo tanto, los individuos de la clase campesina (que carecían de cualquier capital) estaban limitados económicamente en la educación que podían recibir. Las mujeres y los esclavos tampoco podían recibir esa educación. Las expectativas de la sociedad aislaban a las mujeres en el hogar, mientras que la creencia de la sociedad en su capacidad intelectual hacía que las mujeres tuvieran poco o ningún acceso a una educación formal. A los esclavos también se les impedía el acceso a la educación debido a su condición de tales. De hecho, se les prohibía legalmente recibir una educación en Atenas. Después de pasar a formar parte del Imperio Romano, los griegos educados fueron utilizados a menudo como esclavos por los romanos acaudalados. Estos esclavos eran la principal forma de educar a los romanos acaudalados, y esta educación condujo a la continuidad de la cultura griega en la antigua Roma.
Educadores clásicos atenienses
Isócrates (436 – 338 a.C.)
Isócrates fue un influyente orador clásico ateniense. Crecer en Atenas expuso a Isócrates a educadores como Sócrates y Gorgias a una edad temprana y le ayudó a desarrollar una retórica excepcional. A medida que crecía y se desarrollaba su comprensión de la educación, Isócrates desestimó la importancia de las artes y las ciencias, creyendo que la retórica era la clave de la virtud. El propósito de la educación era producir eficiencia cívica y liderazgo político y, por tanto, la capacidad de hablar bien y persuadir se convirtió en la piedra angular de su teoría educativa. Sin embargo, en aquella época no existía un plan de estudios definido para la educación superior, sólo existían los sofistas que viajaban constantemente. En respuesta, Isócrates fundó su escuela de Retórica alrededor del año 393 a.C. La escuela contrastaba con la Academia de Platón (c. 387 a.C.), que se basaba en gran medida en la ciencia, la filosofía y la dialéctica.
Patón (428 – 348 a.C.)
Patón fue un filósofo de la Atenas clásica que estudió bajo la dirección de Sócrates, convirtiéndose finalmente en uno de sus alumnos más afamados. Tras la ejecución de Sócrates, Platón abandonó Atenas enfadado, rechazando la política como carrera y viajando a Italia y Sicilia. Regresó diez años después para fundar su escuela, la Academia (c. 387 a.C.), llamada así por el héroe griego Akademos. Platón percibía la educación como un método para producir ciudadanos que pudieran funcionar como miembros de la comunidad cívica de Atenas. En un sentido, Platón creía que los atenienses podían obtener educación a través de las experiencias de ser un miembro de la comunidad, pero también comprendía la importancia de la formación deliberada, o Educación Superior, en el desarrollo de la virtud cívica. De ahí que fundara la Academia, a la que se suele atribuir el mérito de ser la primera Universidad. Es en esta escuela donde Platón discutió gran parte de su programa educativo, que esbozó en su obra más conocida: la República. En su obra, Platón describe el riguroso proceso por el que hay que pasar para alcanzar la verdadera virtud y comprender la realidad tal y como es. La educación requerida para tal logro, según Platón, incluía una educación elemental en música, poesía y entrenamiento físico, dos o tres años de entrenamiento militar obligatorio, diez años de ciencia matemática, cinco años de entrenamiento dialéctico y quince años de entrenamiento político práctico. Los pocos individuos equipados para alcanzar tal nivel se convertirían en reyes filósofos, los líderes de la ciudad ideal de Platón.
Aristóteles (384 – 322 a.C.)
Aristóteles fue un filósofo griego clásico. Nacido en Estagira, Calcídica, Aristóteles ingresó en la Academia de Platón en Atenas durante su adolescencia tardía y permaneció durante diecinueve años, retirándose tras la muerte de Platón. Su salida de la Academia significó también su salida de Atenas. Aristóteles se marchó para unirse a Hermeias, un antiguo alumno de la Academia, que se había convertido en el gobernante de Atarneus y Assos en la costa noroeste de Anatolia (la actual Turquía). Permaneció en Anatolia hasta que, en el año 342 a.C., recibió una invitación del rey Filipo de Macedonia para ser el educador de su hijo Alejandro, de trece años. Aristóteles aceptó la invitación y se trasladó a Pella para comenzar su trabajo con el niño que pronto sería conocido como Alejandro Magno. Cuando Aristóteles regresó a Atenas en el año 352 a.C., Alejandro ayudó a financiar la escuela de Aristóteles, el Liceo. Una parte importante del Liceo era la investigación. La escuela tenía un enfoque sistemático para la recopilación de información. Aristóteles creía que las relaciones dialécticas entre los estudiantes que realizaban la investigación podían impedir la búsqueda de la verdad. Por lo tanto, gran parte de la escuela se centró en la investigación realizada empíricamente.